Millás enfrenta lo irreal con lo real en su novela "El orden alfabético"
El escritor aspira a conquistar "la mirada ingenua de un niño"
El escritor Juan José Millás confesó ayer que los sucesos irreales han marcado mucho más su vida que los acontecimientos reales. El miedo al interior de un armario o la perplejidad ante unas vendas que eran "estériles" y Millás pensaba que no podían por tanto tener hijos, influyeron más al novelista que sus estudios o la primera comunión. En El orden alfabético, su nuevo libro, Millás enfrenta lo irreal con lo real.
A juicio del escritor y periodista, nacido en Valencia en 1946 pero residente en Madrid desde niño, el famoso cuento de Andersen sobre el rey desnudo explica muy bien nuestra época. "Por sumisión o por una orden del poder nadie se atreve a decir en voz alta lo que ocurre en realidad", comenta Millás, quien apostilla: "Sólo un niño, que es un personaje que todavía no está socializado ni culturizado, se atreve a revelar la verdad del rey desnudo". El novelista confiesa que aspira a conquistar "la mirada ingenua de la infancia", aunque admite las dificultades que un escritor encuentra para lograr ese punto de vista "porque los corsés están muy apretados en el mundo contemporáneo".Tras calificar como "titánica" la lucha del escritor por salir de la realidad, Juan José Millás define el tipo de ceguera que sufrimos en los últimos tiempos. "Vivimos en una época en la que podemos ver o comunicar con la otra parte del planeta, pero al mismo tiempo no podemos apreciar ni distinguir los detalles más cercanos", afirmó.
Indignado con la sumisión que provoca la hegemonía del pensamiento único, este novelista que debutó en 1975 con Cerbero son las sombras y que en 1988 ganó el Premio Nadal con La soledad era esto está persuadido de que las cosas irreales determinan más la vida que los hechos reales. "Hasta las grandes catástrofes o las guerras más crueles obedecen a invocaciones irreales como Dios o la patria".
Juan José Millás ha dividido El orden alfabético (Alfaguara) en dos partes bien delimitadas. En la primera despliega un enfoque de "delirio fantástico" mientras en la segunda todas esas ensoñaciones se reflejan en lo real a modo de un espejo. Junto a esta elección de contenidos, el novelista ha optado en el aspecto formal por una "sencillez compleja o por una complejidad sencilla". Su objetivo apunta a esa combinación que alcanzó Franz Kafka con La metamorfosis o Ernest Hemingway con El viejo y el mar.
Las palabras y el alfabeto ocupan un papel fundamental en su novela. "La palabra es un generador de la realidad", dice Millás.
Babelia
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