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Un dirigente de los médicos cree que el aborto no es un acto propio de su profesión

Unió Democràtica critica el tono empleado por los obispos en su comunicado oficial

La Conferencia Episcopal Española no amenaza ya con la excomunión a "quienes procuren el aborto" como hizo en 1985. Pero su presidente, Elías Yanes, hizo ayer que arreciara la polémica en torno al debate sobre la ampliación de los supuestos legales, previsto para el día 22, al advertir de que "un político católico jamás podría votar a favor de esta ley". A los médicos les hizo el mismo recordatorio. El secretario de la Comisión Deontológica de la Organización Médica Colegial, Gonzalo Herranz, le respaldó ayer: "El aborto no es un acto médico".

"Para que exista un acto médico, estas intervenciones deben ir dirigidas a salvar una vida, mejorar la salud, prevenir la enfermedad o rehabilitar al enfermo, en contra de lo que pretende el aborto provocado", afirmó ayer Herranz. Y recordó la declaración de la OMC, organización que agrupa a todos los colegios médicos, en el debate sobre la despenalización parcial del aborto en 1983 en la que manifestaba su rechazo "total y enérgicamente" y defendía el derecho de los médicos a no ser "molestados o inquietados en su actuación" si deciden aplicar la objeción de conciencia.La libertad de los facultativos defendida entonces ha sido esgrimida de nuevo estos días por quienes se oponen a la aprobación de un cuarto supuesto para interrumpir el embarazo (el conflicto personal, familiar o social grave que propone el PSOE). "Un católico bien formado no podría acogerse a esta ley para provocar un aborto, y lo mismo los médicos, los profesionales... la responsabilidad está muy compartida", dijo ayer Elías Yanes en la COPE. Esta cadena difunde estos días una campaña publicitaria de la Conferencia Episcopal en contra de la ampliación del aborto.

En la misma línea, el obispo de Mondoñedo-Ferrol, José Gea, retó a los políticos a que "den la cara" en el próximo debate parlamentario, tras equiparar el aborto a los crímenes de los nazis: "En los campos de concentración también se suprimían vidas humanas, algo que nos repugna. Me pregunto entonces por qué no nos repugna el aborto".

Libertad de voto

Los obispos consideran que "dar libertad de voto en estas cosas no es razonable", en palabras de Yanes con clara alusión a la postura de CiU. Fuentes parlamentarias de la coalición explicaron ayer que los diputados de Convergència Democràtica tendrán libertad de voto, mientras que los de Unió, democristianos, votarán en contra. Será precisamente un diputado de Unió, José Manuel Silva, el portavoz en el debate, pero "con un doble discurso". "Por un lado, explicará la postura de su partido y por otro reflejará las difererencias de criterio que existen dentro de la coalición", agregan las fuentes.La ejecutiva de Unió debatió ayer el documento de los obispos. Y criticó el tono utilizado. "La jerarquía católica tiene todo el derecho a expresarse libremente. En líneas generales, nosotros estamos de acuerdo con el contenido del texto y creemos inoportuna toda modificación de la ley del aborto, porque creemos que no hay demanda social que la justifique. Pero no estamos de acuerdo con las palabras empleadas", explicó su portavoz, Eugeni Pérez-Moreno. "Los políticos no somos los únicos que debemos guardar las formas", añadió.

Las declaraciones de Elías Yanes han sido interpretadas desde distintos sectores como una "intolerable" injerencia de la Iglesia en la política. Nueva Izquierda (NI) entendió que suponen "un intento de presionar y condicionar la libre voluntad de los diputados".

En Zaragoza, las primeras reacciones al documento leído el pasado domingo en esta ciudad por Yanes también han venido de la mano de Izquierda Unida (IU) y NI, que el día 22 también llevarán sus propias propuestas de ampliación del aborto -leyes de plazos que despenalizarían el aborto en las 16 y 14 primeras semanas de gestación- al Congreso. IU asegura que "son posiciones como éstas las que alejan a la Iglesia de la sociedad porque se refugian en los dogmas más reaccionarios". NI ha enviado un escrito de protesta a Yanes en el que lamenta el contenido del documento y, aunque reconoce el derecho legítimo de la Iglesia a opinar, no le parece oportuno el deseo de interferir en decisiones políticas, informa Concha Monserrat.

El candidato socialista, José Borrell, ha pedido "serenidad, ecuanimidad y mesura" ante el próximo debate parlamentario. Y ha rechazado que el cuarto supuesto vaya a incitar a las mujeres a abortar.

En medio de esta polémica, distinas asociaciones feministas y de mujeres progresistas reclaman que se ponga en primer plano el derecho de la propia mujer a decidir. En opinión de Justa Montero, de la Asamblea Feminista de Madrid, "lo que realmente resulta inmoral es que la Conferencia Episcopal pretenda retrotraernos a un debate ya planteado hace 20 años, irrumpiendo de forma aún más inquisitorial que antaño".

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