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EMPRESAS Y EMPRESARIOS

Un negocio con valor añadido

"Hemos tenido la sabiduría de colocarnos en nichos de negocio con gran valor añadido". Con esta frase explica Javier Albaina, director general de Landata Sistemas, el espectacular crecimiento de esta sociedad, que empezó tímidamente en el negocio de la informática en 1985 y que en el último lustro ha multiplicado su facturación por 18, mientras su plantilla ha aumentado cinco veces. La empresa, con sede en Bilbao y controlada por la Corporación IBV, tenía una facturación de 731 millones de pesetas; el año pasado terminó el ejercicio con unas ventas de 13.400 millones y espera cerrar el presente año con una cifra de negocio de 16.000 millones. Al despegue de los beneficios en los últimos cinco años han contribuido también dos factores externos a la propia empresa: la liberalización del sector de las telecomunicaciones y el boom de la telefonía móvil. Dividida en tres unidades de negocio (Lanaccess, Lanmovil y Lancable), la sociedad ofrece servicios de ingeniería de telecomunicaciones y se ha hecho con un importante hueco en el mercado de la telefonía móvil y de las redes de televisión por cable. Pese a su actual posición de liderazgo, esta empresa conoce el significado de la palabra pérdidas. En 1985, un grupo de profesionales de la informática creó Landata, dedicada a la conectividad, es decir, a la compatibilización de los sistemas informáticos, algo que entonces planteaba serios problemas a las empresas. Pero el avance de la informática dejó atrás a la compañía, que registró malos ejercicios en 1989 y 1990. El inicio de esta década trajo la entrada en el capital de Proindesa, rama industrial de Iberduero, que se hizo con el 40% de Landata. Con el nuevo socio, la empresa apostó por el negocio de las telecomunicaciones. "Comenzamos con redes privadas, primero de datos y luego de voz", explica Albaina, quien empezó entonces a dirigir la firma. Haber dotado a Landata de entidad como ingeniería de telecomunicaciones es uno de los principales aciertos de su historia empresarial, según subraya su máximo responsable. En 1992, la Corporación IBV, integrada por BBV e Iberdrola, sustituyó a la antigua Proindesa como socia de Landata. La corporación reforzó su posición accionarial hasta alcanzar el 74,25%, una tendencia que no ha abandonado hasta la actualidad. Los visos de crecimiento de la compañía han reforzado el control mayoritario de IBV sobre el capital social, en detrimento de la posición de los socios directivos. Actualmente el holding vasco controla el 93,92% de Landata. La empresa de comunicaciones comparte con las compañías de este sector Teleinformática, Centrisa y Keon la particularidad de pertenecer al potente IBV. En 1993, Landata aprovecha la eclosión de redes digitales e inicia su despegue de ventas, que continúa su tendencia ascendente. A este hecho contribuye un acuerdo con Ericsson en 1995, por el que Landata compró en exclusiva los derechos de comercialización y distribución de los teléfonos móviles de Indelec, propiedad de la multinacional sueca y creó una nueva unidad de negocio: Lanmovil. "Surgió la posibilidad de incorporar una nueva actividad y llegamos a un acuerdo con Ericsson para quedarnos con Indelec", explica Albaina. "Pocas empresas intuyeron el boom de los teléfonos móviles que se avecinaba. Si no, no se explica el escaso interés que suscitó aquí la llegada de Ericsson". Medio millón de altas Las cifras demuestran el acierto de esta iniciativa. Si entonces Indelec vendía 11.000 móviles al año, Lanmovil coloca actualmente 500.000 de estos teléfonos, lo que le convierte en la compañía líder en el sector, en lo que a altas de aparatos se refiere. En España existen actualmente 6,5 millones de teléfonos móviles, de los que 4,5 millones se adscriben a Telefónica y el resto, a la segunda operadora, Airtel. Estas cifras suponen que el 16% del mercado telefónico español lo componen aparatos de este tipo. Además, las previsiones para los próximos años son de lo más alentadoras, ya que los expertos calculan que en cinco años habrá en el mundo más teléfonos móviles que líneas fijas. "En Finlandia, están ya al 50% y en España, llegaremos al 70% en unos años", señala Albaina. El siguiente paso de la compañía fue la constitución en agosto de 1996 de Lanaccess, que facilita el acceso a las redes a los operadores de telecomunicaciones y que controlan Landata en un 60% y en un 40% unos socios catalanes del sector. La empresa, que actualmente cuenta con delegaciones en Barcelona, Madrid y Lisboa, tiene una plantilla de 140 personas, mayoritariamente ingenieros, y con una media de edad de 30 años. Las sociedades Lanaccess y Lanmovil aportan tan sólo el 30% de los 927 millones de pesetas de beneficios que registró en 1997, frente al gran peso de la rama de ingeniería de telecomunicaciones. Las previsiones a corto plazo de Landata pasan por aumentar su facturación este ejercicio hasta los 16.000 millones de pesetas, un 20% más que los conseguidos en 1997. Al despegue contribuirán, sin duda, las ventas de la nueva delegación de Landata en Brasil. La oficina de Sao Paulo, la primera que Landata abre fuera de la península Ibérica, comenzará a funcionar en octubre y ha supuesto una inversión de 70 millones de pesetas. Las posibilidades de crecimiento en telecomunicaciones del mercado brasileño ha atraído a numerosas empresas del sector, entre ellas, a Telefónica que acaba de desembarcar en el país y que ya cuenta con una demanda real de 6 millones de líneas básicas en el estado de Sao Paulo. A largo plazo, Landata aspira a crecer mejorando las prestaciones a los clientes. "Los operadores se tendrán que diferenciar por los servicios que ofrecen", comenta Albaina. "En EE UU se baraja, por ejemplo, que las empresas de telecomunicaciones vendan también electricidad". Contrato con Motorola Landata mantiene alianzas estratégicas con otras compañías, entre las que destaca Barco y a la que se sumará próximamente la líder Motorola. La firma vizcaína va a constituir una sociedad con esa empresa para el desarrollo de las aplicaciones de su sistema digital de comunicaciones móviles. Además de la alianza tecnológica, Landata se ha hecho con un acuerdo con Motorola para comercializar y llevar la mercadotecnia de los teléfonos móviles de esta marca. "Ésta es la forma de crecimiento que a mí me gusta", comenta Albaina. Otro de los contratos que Landata cerrará próximamente es un acuerdo con Euskaltel para su proyecto de televisión por cable. Entre las principales clientes de la compañía están Telefónica, Retevisión, el Centro de Telecomunicaciones de la Generalitat catalana, la telefónica andorrana STA y Cableuropa. La investigación tecnológica, a la que la empresa dedica anualmente unos 100 millones de pesetas, es uno de los pilares de su crecimiento. Uno de sus actuales proyectos es el desarrollo del sistema IP, es decir, la posibilidad de incorporar voz a Internet.

Redes de datos para los metropolitanos europeos

La instalación de las redes de transmisión de datos del Metro de Lisboa es uno de los últimos contratos que ha conseguido Landata. La empresa, que utiliza como marca comercial el nombre de Landata Telecom, se ha hecho con la adjudicación de la obra por un importe de 500 millones de escudos (unos 400 millones de pesetas) para la dotación de equipos de transmisión de datos para la red de fibra óptica del metro de la capital portuguesa. El de Lisboa es el último ferrocarril metropolitano que funcionará con los servicios de Landata, como ya lo hacen el de Bilbao o Barcelona. No es éste, sin embargo, el contrato que más enorgullece al director general de la empresa de Bilbao, Javier Albaina, quien subraya la participación de Landata en el proyecto de transmisión de la red Novatel. La telefonía móvil es la que más alegrías ha dado últimamente a la empresa bilbaína, que colabora actualmente en la ampliación de la red de Telefónica Móviles. El contrato, bajo la modalidad de llave en mano, aportará la compañía 1.000 millones de pesetas. A cambio, Landata está suministrando e instalando los equipos que ampliarán la red de este operador en toda España.

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