Chernomirdin advierte del peligro de golpe de Estado
Por primera vez en sus siete años de mandato, el presidente no ha sido capaz de imponer su voluntad a la Duma. En octubre de 1993 no le tembló la mano cuando ordenó bombardear la Casa Blanca, sede del Parlamento soviético rebelde. Ahora, debilitado física, mental y políticamente, ni siquiera se ha atrevido a disolver la Cámara. Pero, aunque ha cedido poderes, aún conserva la mayoría. Para Víktor Chernomirdin es la hora del rencor y del vaticinio. El frustrado candidato ha advertido del riesgo del golpe de Estado y de restauración del régimen comunista. Chernomirdin puede que no esté rematado, aunque sus aspiraciones presidenciales han recibido un golpe de muerte con su forzado repliegue. Algunas quinielas le sitúan como número dos de Primakov, y hay quien dice que podría ser el número uno en la sombra.Si eso es lo que los tres personajes de la trama han negociado estos días, no se entiende que Chernomirdin siga con sus furiosos ataques a la oposición. El lunes digirió tan mal su fracaso en la Duma que dijo que los diputados quieren que Rusia arda por los cuatro costados. Ayer añadió que la oposición de izquierdas está "bajo el síndrome de la revolución" y pretende "desmantelar por la fuerza el sistema político y constitucional y echar al presidente. Puede estar en la agenda un golpe y la restauración del régimen soviético". Algo parecido dijo Edvard Shevardnadze cuando dimitió en diciembre de 1990 como ministro de Exteriores de la URSS, y el golpe llegó ocho meses después.
Según Chernomirdin, esa gente "no debe hacerse ilusiones" porque "no habrá ni rojos ni rosas" , sino "negros y marrones" . Y pidió más firmeza a Yeltsin. "Recuerden a lo que condujo el pacto de Múnich . Algo parecido se planea aquí".
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