El Sinn Fein sostiene el primer encuentro "civilizado" con los protestantes en 30 años
Fue un esfuerzo histórico. Unionistas y republicanos abandonaron ayer a los mediadores, enterraron la agresividad que siempre han utilizado para referirse al contrario e hicieron aquello para lo que el pueblo norirlandés les votó en junio: verse, hablarse y convivir. David Trimble, el nuevo primer ministro del Ulster, unionista protestante, y el republicano católico Gerry Adams, presidente del Sinn Fein, se sentaron ayer por primera vez a la misma mesa, a solas, para hablar de la paz en el Ulster. Hubo tenues avances hacia el desarme, el principal escollo para la paz. Hubo buenas palabras. No hubo apretones de manos. Ni fotos. Pero el primer resultado del encuentro fue precisamente ése: el encuentro. "Civilizado", según Trimble, "constructivo", según Adams. La primera cita así en 30 años sin paz.
Esta vez no había padrinos ni mediadores. No estaban los grandes rostros cargados de esperanza que han acompañado desde hace un año a los protagonistas de este proceso de paz, los Tony Blair, Bill Clinton, Bertie Ahern o Mo Mowlam, dispuestos en cada momento a interceder ante el otro para acercar posturas. Solos, con la única arma de los votos que en junio les colocaron en el castillo de Stormont, sede del Parlamento de la provincia, Trimble y Adams abrieron un nuevo capítulo en la difícil convivencia de católicos y protestantes en el Ulster."Trimble es una persona con la que quiero tratar, con la que tengo que tratar y con la que voy a tratar. Es un líder, es el líder de los unionistas del Ulster, y es sin duda el único hombre capaz de llevar a los unionistas del Ulster hasta el lugar al que han llegado", declaró un Gerry Adams tranquilo y confiado. El presidente del Sinn Fein, ala política del IRA, ganaba todo en esta cita, y fue muy generoso ante la prensa con un David Trimble que le denosta continuamente en público y que le niega la mano por si en ella guarda dinamita. No hay que olvidar que, hasta 1994, Gerry Adams no podía pisar suelo de Gran Bretaña , y ni tan siquiera su voz ni su imagen podían ser transmitidas por los medios de comunicación británicos. Por eso, ayer, ser recibido en Stormont como en 1921 lo fuera Michael Collins, el histórico héroe y líder del IRA, era un reconocimiento soberbio.
Falta el desarme
Pero no sólo. Gerry Adams recibió de David Trimble una buena amonestación porque no se haya iniciado el proceso de desarme, al que se comprometieron todas las partes en el Acuerdo de Stormont (suscrito el pasado Viernes Santo), y la advertencia de que no se formará el Gobierno hasta que así sea. Aunque haya que esperar hasta Navidad."El acuerdo no funcionará si no funcionan todas su partes, y la mayoría de ellas están funcionando ya. Ya está en marcha la Asamblea Autónoma ; el Consejo Norte-Sur y el Consejo de las Islas estarán en marcha en un mes, a finales de septiembre o principios de octubre; también hay progreso en la liberación de presos, ya que esta semana saldrán a la calle los primeros. Pero hay una parte que aún no se ha iniciado: es el proceso de desarme", declaró Trimble. "No estamos pidiendo rendiciones, ni que nadie se humille. Se trata del desarme, algo que está en el acuerdo. Y Adams conoce sus obligaciones, soy optimista tras esta conversación. Ha sido una reunión civilizada y de trabajo". Tal vez en las "próximas semanas", dijo Trimble, "se puedan ver progresos".
Las razones para el optimismo de Trimble se quedaron, sin duda, entre las paredes de ese despacho de la primera planta del castillo que albergó la cita. Porque Adams, sobre el desarme, insistió ante la prensa en que él solo no puede lograrlo y en que el Acuerdo de Stormont no estipula condiciones previas a la formación del Ejecutivo. "El calendario del acuerdo es muy claro, y dice que el Gobierno se formará después de la constitución de la Asamblea. Por eso debe ocurrir en los próximos días", dijo Adams. El Sinn Fein tiene derecho, según los resultados de las elecciones de junio, a dos de los 10 puestos ministeriales del Gobierno. La reunión de Trimble y Adams, de 45 minutos, siguió a la que celebraron ambos flanqueados por su viceprimer ministro, el primero, y por sus dos ministrables, el segundo.
Al final, quedaron las palabras. "El viaje de mil millas empieza por un paso, y el desarrollo de un futuro común debe empezar por una reunión", dijo Gerry Adams. "Podemos estar siempre hablando del pasado o dejar el pasado atrás. Y esto es dejar el pasado atrás", dijo John Hume, líder socialdemócrata liberal y el político más votado entre los católicos norirlandeses. ¿Más allá de las palabras? David Trimble, comedido, concluyó: "Si ha servido para algo, eso lo veremos más adelante".
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