Las termas romanas de Sant Boi, del siglo II, abren mañana sus puertas al público

Diez años han pasado desde que los técnicos se pusieron en la labor, pero por fin los ciudadanos de Sant Boi, y por añadidura de toda Cataluña, podrán conocer la calidad de vida que gastaban algunos de sus antepasados romanos. Las termas romanas de Sant Boi, que datan del siglo II después de Cristo, serán abiertas al público mañana, tras una inversión de la Diputación que ronda los 240 millones de pesetas. Se trata de las termas romanas de carácter privado más importantes de Cataluña descubiertas hasta la fecha. Las termas se levantaron en el corazón de lo que hoy es el núcleo antiguo de Sant Boi y que entonces era una villa romana dedicada a la producción agrícola y a la exportación de los excedentes. Una zona que antes había acogido un poblado ibérico de los layetanos, en lo que fue probablemente la primera ocupación humana del lugar. Hacia el año 200 de nuestra era, el área residencial de la villa fue ampliada hacia el interior y se construyó el conjunto termal, que estuvo en funcionamiento durante tres siglos y, probablemente, llegó hasta la época visigótica. Las termas de Sant Boi responden a los cánones clásicos de la arquitectura romana y, a pesar de que eran de propiedad privada, incorporaron todas las innovaciones técnicas de la arquitectura termal de la época. El conjunto está compuesto por dos cuerpos de edificación alineados; uno de ellos contenía las habitaciones frías y el otro alojaba las cámaras calientes. Los técnicos de la Diputación han procurado que la recuperación de las termas tuviera una incidencia mínima. Así, el resultado es que los restos romanos han quedado completamente separados de la nueva edificación destinada a dar carácter público al conjunto. "Hemos querido confiar la emoción del espectador en el legado histórico", aseguró ayer el director de las obras y responsable del área de Patrimonio de la Diputación, Antoni González. Por ello, también se ha renunciado a la utilización de medios audiovisuales en su exposición. "La única protagonista debe ser la terma", añadió González.