Manlleu exige medidas penales contra una granja de un yerno de Puigneró

Todos los partidos del consistorio de Manlleu (Osona) excepto el grupo de independientes han acordado llegar hasta el final para que se depuren responsabilidades, si cabe por la vía penal, para que no queden impunes los responsables del vertido de 700.000 litros de purines que el pasado 27 de agosto afectaron el río Ter a su paso por Manlleu. La granja a la que se atribuye el vertido, situada en Sant Bartomeu del Grau y dedicada a la cría de cerdos y terneros, está gestionada por la empresa Cal Simón-El Pujol, SL, propiedad de un yerno del industrial Josep Puigneró, ahora en prisión por delito ecológico, y de otros miembros de su familia. El alcalde de Manlleu, Josep Maria Anglada (IC-EV), anunció ayer que si la fiscalía no ve indicios de criminalidad en el vertido, el consistorio presentará una querella criminal contra los responsables de la granja. Los purines vertidos al río causaron la muerte de medio millar de carpas y estuvo a punto de afectar el suministro de agua potable a las poblaciones de Manlleu y Vic. El acuerdo para llevar el caso a los tribunales lo han suscrito los grupos del equipo de gobierno (IC-Els Verds, ERC, PSC), así como el principal partido de la oposición (CiU). Los residuos vertidos al río Ter llegaron cerca del punto donde se realizan las captaciones para el suministro de agua potable a la población de Manlleu. También afectaron al tramo de río donde se han construido las plantas potabilizadoras que abastecen de agua del Ter a los municipios de Vic y el sur de Osona. El desastre se produjo cuando cedió una pared que sostenía los purines en una balsa, y parte del millón de litros que contenía se precipitó por los riachuelos hasta llegar al Ter. La entidad ecologista Grup de Defensa del Ter (GDT) ha explicado que las lluvias que cayeron tras el desastre impidieron consecuencias más graves.