España tuvo un déficit comercial con Rusia de 23.708 millones hasta mayo, con un descenso del 26%
El saldo de la balanza comercial española con Rusia arrojó un déficit de 23.708 millones de pesetas durante los cinco primeros meses del año, según datos de la secretaría de Estado de Comercio. Este déficit se ha reducido un 26% en relación al mismo periodo del año anterior, cuando la balanza comercial con Rusia registraba un saldo negativo de 32.139 millones de pesetas.El déficit actual es consecuencia de unas exportaciones por valor de 55.790 millones de pesetas y unas importaciones de 79.498 millones. España vende a Rusia sobre todo alimentos, semifacturas y manufacturas de consumo y compra productos energéticos, junto a semifacturas y materias primas.
La secretaria de Estado de Comercio, Elena Pisonero, aseguró ayer que la internacionalización de las empresas españolas les permite asumir con "solidez de estructura" la actual crisis financiera, aunque admitió que ésta podrá tener algún efecto "limitado" en el sector exterior.
Pisonero, que presidió ayer la segunda reunión del Consejo Asesor de Comercio e Inversiones Exteriores donde se analizó el efecto de la crisis en el comercio exterior español, dijo que las consecuencias "no son importantes", dada la estructura de nuestras relaciones comerciales.
Explicó que el 80% del comercio exterior español se lleva a cabo con los países de la OCDE, lo que da "una gran estabilidad". Según la secretaria de Estado de Comercio, la actitud de las empresas españolas con inversiones en el exterior es de "una tranquilidad vigilante" ya que están consolidadas y tienen un proyecto de futuro.
El Consejo Asesor, en el que están representados la CEOE y las Cámaras de Comercio, mostró también su confianza en que la actual crisis monetaria tenga un "efecto limitado", sobre el comercio exterior español, dado el menor peso de nuestros intercambios comerciales con los países del sudeste asiático.
Más competitividad
Por su parte, el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, afirmó ayer que la crisis de los países asiáticos y Rusia provocará una ralentización en el crecimiento económico mundial, especialmente en los mercados emergentes, ante lo que España "debe acelerar sus reformas" para mejorar su competitividad.Rato reiteró que el Gobierno no se ha planteado una revisión del cuadro macroeconómico de este año ni tampoco inicialmente del próximo. Según las previsiones oficiales, la economía española crecerá un 3,7% en 1998 y un 3,9% en 1999.
Rato añadió que para evitar que la crisis tenga repercusiones en el crecimiento económico español es necesario profundizar en la competitividad mediante la contención del déficit público y la adecuación de los costes y los salarios al entorno de baja inflación.
El vicepresidente pidió a los inversores una actitud "prudente y estable" y subrayó que tanto la economía española como la europea tienen "fundamentos sólidos".
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