Steven Spielberg reconoce que ha querido hacer una película "difícil de soportar"

Venecia hierve de famosos. En vísperas de la inauguración esta noche de la 55ª Mostra los rumores apuntan a que, entre las personalidades que llenarán el Palazzo del Cinema, estará John John Kennedy, hijo del asesinado presidente John F. Kennedy; el vicepresidente del Gobierno italiano Walter Veltroni, acompañado de tres ministros, y el líder de la oposición, Silvio Berlusconi. Ayer aterrizaron en la ciudad Steven Spielberg y Tom Hanks, estrellas de la ceremonia inaugural en su calidad de director y protagonista de Salvar al soldado Ryan. Spielberg, en una entrevista a la televisión italiana , afirmó ayer: "He querido hacer una película que el público encontrara difícil de soportar".

El 6 de junio de 1944, un Ejército aliado integrado por 10 divisiones -incluidas tres de paracaidistas- desembarcó en las playas de Normandia tomadas por tropas alemanas, dando un giro decisivo a la II Guerra Mundial. Las tropas norteamericanas desembarcaron en una playa llamada en código Omaha Beach, y de este desembarco (que ha sido ya objeto de incontables películas) se ocupa la superproducción dirigida por Steven Spielberg Salvar al soldado Ryan, de 160 minutos de duración. La historia, según la explicación del propio Spielberg, que ha concedido una larga entrevista a una cadena privada de la televisión italiana, "es la de un joven soldado, lanzado en paracaidas con la 101 División Aerotransportada en Normandia, días antes del Día-D, cuyos tres hermanos han muerto en el curso de una semana. Él es el único hijo de la familia todavía con vida, por lo que se envía una patrulla especial para rescatarlo".Pese al despliegue de medios, por otra parte habitual en las películas de Spielberg, y al coste multimillonario de la producción, el director insiste en que no ha querido hacer una superproducción al estilo de Hollywood. "No he querido simular con el máximo realismo Omaha Beach, ni he querido una producción espectacular tipo Rambo. Lo que verdaderamente he querido es hacer una película que el público encontrara difícil de soportar". Si se tiene en cuenta que gran parte de los 160 minutos del filme reproduce el desembarco de las fuerzas norteamericanas, calificado por Spielberg como "un desastre total", una especie de carnicería escalofriante, se comprende que el realizador ha debido de conseguir su objetivo. En su calidad de estudioso cinematográfico de la II Guerra Mundial y en concreto del desembarco en Normandía, del que ha visto centenares de documentales y películas, Spielberg considera que el desembarco en Omaha Beach dejó mucho que desear. "Empezando por el bombardeo que pretendía aniquilar a las fuerzas enemigas en la costa y que fracasó en la mayor parte de los objetivos principales como, por ejemplo, los grandes bunker o los nidos de ametralladoras de 20 y 30 milímetros. No se eliminó nada de lo que los alemanes tenían preparado en ese punto, por lo que me parece que Omaha Beach fue un grave error".

Pero no sólo del soldado Ryan vivirá Venecia, pese a los ríos de tinta que han corrido ya sobre la película. Entre la decena de filmes que se presentan en el apartado fuera de concurso está la esperada Celebrity, de Woody Allen, protagonizada por el mismísimo Leonardo Di Caprio (que no viene al festival) , Kenneth Branagh y Melanie Griffith (que hace doblete protagonizando también Another day in paradise, de Larry Clark).

El gran actor cómico italiano Alberto Sordi presenta su película Encuentros prohibidos, en la que comparte cartel con la explosiva Valeria Marini, que resultó un espantoso fiasco en Bambola, de Bigas Luna, estrenada en este mismo festival.

La prensa italiana ha destacado la película del alemán Tom Tykwer Lola Corre entre las más prometedoras del festival. Aunque la decisión de otorgar el León de Oro a la mejor producción corresponde al jurado, presidido por el director de cine italiano Ettore Scola.