Colectivos ecologistas denuncian la destrucción "salvaje" de la ribera del río Júcar a su paso por Jalance. El Ayuntamiento de Jalance justifica las obras para proteger los cultivos
La Sociedad Valenciana de Ornitología, el Grupo de Estudio de Rapaces de Valencia y la Sociedad Española de Ornitología han denunciado públicamente la destrucción "salvaje" de las riberas del río Júcar a su paso por el término municipal de Jalance (Valle de Ayora), así como "el absurdo dragado del lecho que amenaza con acabar con la rica fauna piscícola existente". Los trabajos, que cuentan con el visto bueno de la Consejería de Medio Ambiente, están siendo realizados a instancias de la Confederación Hidrográfica del Júcar, aunque para los ecologistas "podrían carecer del preceptivo proyecto de ejecución". Este último extremo, por contra, ha sido negado por el Ayuntamiento de Jalance, desde donde se afirma que esta actuación "es necesaria para evitar las inundaciones periódicas de las tierras de cultivo de la zona". El Consistorio señala que las protestas de los ecologistas son "sólo para apuntarse un tanto y darse a conocer". Javier Armero, portavoz de la Sociedad Valenciana de Ornitología, asegura que "la Confederación Hidrográfica del Júcar se ha saltado un montón de leyes para poner en práctica una destrucción salvaje e irracional de estas riberas, que ha talado, roturado, arrancado y destruido, arrasando completamente la zona". La Sociedad Valenciana de Ornitología (SVO), la Sociedad Española de Ornitología (SEO/Birdlife) y el Grupo de Estudio de Rapaces de Valencia (GER) son algunas de las organizaciones que han expresado su oposición a las obras al paso del Júcar por Jalance. La Ley Forestal de la Comunidad Valenciana y su Reglamento; la Ley de Aguas y su Reglamento del Dominio Público Hidráulico, junto con la Ley de Pesca Fluvial (de 20 de febrero de 1942) y el Reglamento de Pesca Fluvial (Decreto del 6 de abril de 1943) son algunas de las leyes vulneradas, según los ecologistas, para quienes también se han infringido con esta "irracional" actuación el Catálogo Valenciano de Especies Amenazadas de Fauna y la Ley de Cooperación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestre. El hecho es que varias retroexcavadoras, ayudadas por varios operarios, han conseguido diezmar la flora y fauna existente en ambas márgenes del Júcar en un trecho de más de un kilómetro de longitud, mediante el dragado del lecho del río, con cuyo barro han levantado en cada orilla un talud de casi cuatro metros de altura que ha modificado significativamente el perfil del cauce. "El daño no es sólo de carácter paisajístico, ya que al depositar este barro en las orillas, junto con la destrucción total del limo del lecho, que ofrece refugio y alimento a una rica fauna piscícola, se están asfixiando especies vegetales más interesantes, como los tamarindos, los sauces, los olmos o los fresnos de flor, que serán desplazadas por otras comunidades más oportunistas como las cañas o los carrizos", ha explicado el presidente del GER, José Reyes Álvarez. Demanda de agricultores La actuación forestal, "del todo incomprensible" para los ecologistas, ha sido calificada desde el Ayuntamiento de Jalance por el concejal de Montes, Miguel Gómez, como "necesaria para canalizar el río y evitar las inundaciones periódicas que alimentan las tierras de cultivo de las riberas". Gómez ha justificado la medida diciendo que es "una demanda que ha partido de los agricultores de la zona afectada". El edil también ha añadido que con la actuación deforestadora "se soluciona un problema de salud pública, puesto que los miles de peces que el río arrastra en cada crecida se quedan formando charcas insalubres cuando éstos mueren". Según Gómez, "las protestas de los ecologistas son sólo para apuntarse un tanto y darse a conocer". A pesar que desde el Consistorio, el propio concejal de Montes ha afirmado que "el proyecto existe y no vulnera la normativa existente", los colectivos ecologistas no han ocultado sus sospechas acerca de la "inexistencia del obligatorio proyecto para la ejecución de los trabajos, del que no tenemos ninguna constancia", según el portavoz del GER, quien recalca que "el alcalde, el popular Ángel Navarro, ha aceptado la solicitud de los agricultores en un claro alarde electoralista y sin tener en cuenta para nada el alto valor ecológico del que goza la zona, la elevada biodiversidad y los efectos morfo-hidráulicos que actuaciones semejantes producen en la vegetación ribereña que sujeta la tierra, que al desaparecer permite su arrastre por el río".
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