Los oficiales que acusaron a Oviedo son presionados para que se retracten

Los oficiales del Ejército paraguayo que declararon contra el ex general golpista Lino Oviedo ante el Tribunal Militar Extraordinario (TME), que le condenó a 10 años de cárcel, están recibiendo presiones para que se retracten, según denunció ayer el mayor Óscar Elías, que en julio pasó a retiro a petición propia. El nuevo presidente, Raúl Cubas, reestructuró el lunes dicho tribunal con generales oviedistas, que juzgarán de nuevo a Oviedo con el claro propósito de declararle inocente.

El ex militar salió de la cárcel el martes pasado por un decreto presidencial que ha abierto una grave crisis política en el país. Otros miembros de las Fuerzas Armadas corroboraron desde el anonimato la denuncia del mayor Elías y dieron el nombre del general Osvaldo Fría, fiscal del TME y comandante de la fuerza aérea, como uno de los autores de las presiones para que declaren que el 22 de abril de 1996 no existió un levantamiento en la Academia Militar, lo que fue un elemento clave a la hora de condenar a Oviedo por golpista. El mayor Elías, del arma de Artillería, declaró ante el TME que el día del golpe recibió la orden de apuntar hacia el Congreso Nacional y el Palacio de Gobierno, entre otros objetivos del levantamiento oviedista. Dicha orden le fue dada por el coronel Teófilo Guibi, quien posteriormente fue desterrado a la región del Chaco. Actualmente es uno de los candidatos a comandar la Artillería, dentro de la remodelación de la cúpula militar que tiene sobre la mesa el presidente Cubas en su calidad de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.

Una semana después de la investidura de Raúl Cubas como presidente de la República, hay pocas dudas de que el retorno del oviedismo, proscrito en el anterior Gobierno, es imparable. El controvertido general liberado recorre estos días, discretamente, las guarniciones militares del país y las zonas rurales del interior para recabar apoyos y preparar el futuro.

Su portavoz, Alejandro Velázquez, ha dicho a este diario: "Su objetivo es la presidencia de la República. Conoce este país como nadie y va a recorrer hasta el último rincón del Paraguay". Velázquez es el autor de uno de los lemas de la campaña electoral de Cubas ("Tu voto vale doble") que tuvo al entonces encarcelado Oviedo como gran referente.

Sigilo presidencial

En el Palacio de Gobierno, el presidente no habla con la prensa y actúa con sigilo tras el escándalo que ha provocado la conmutación de la pena a Oviedo. Pero no pasa un día sin que los periódicos publiquen nombramientos de nuevos cargos en los distintos niveles de la Administración, vinculados al poderoso sector oviedista del Partido Colorado, en el poder. Para la oposición, hay designaciones inaceptables. "En el escalafón intermedio, el presidente ha nombrado a gente con los peores antecedentes administrativos y hasta criminales", señala el diputado Marcelo Duarte, de Encuentro Nacional (EN) y uno de los patrocinadores de un juicio político al presidente para apartarle del cargo. A modo de ejemplo, asegura que el comandante y el subcomandante de la Policía Nacional han dimitido tras el nombramiento como jefe de la región del Chaco de "una persona que fue destituida por estar relacionada con bandas de robacoches".

Los partidos de la oposición y el sector antioviedista del Partido Colorado preparan para la semana entrante movilizaciones populares contra el decretazo de Cubas y "en defensa de las instituciones democráticas". Y dan los últimos retoques al recurso de inconstitucionalidad que presentarán ante la Corte Suprema. El presidente, por su parte, pretende dar por cerrado el caso Oviedo con una carta dirigida al más alto tribunal en la que sostiene que la decisión de liberarle es legal y no puede ser revisada por ningún otro poder. Una opinión que no coincide con la de sus tres hermanos, con Carlos Cubas a la cabeza, que dimitió de su cargo de ministro de Industria y Comercio a los dos días de su nombramiento.