El grupo republicano INLA dice adiós a las armas en el Ulster y admite su "error"
Fue un mea culpa, convincente por su público propósito de enmienda tras 23 años de violencia. Fue provocado por el horror de Omagh. Anoche sonaba a un epitafio para la vieja y cruel guerra en Irlanda del Norte.El marxista Ejército Irlandés de Liberación Nacional (INLA), que había jurado luchar hasta la muerte, dijo ayer adiós a las armas. Eso dio automáticamente un respiro a los Gobiernos de Londres y Dublín en su titánico afán de pacificar el Ulster. La lucha armada, dijo el INLA en un comunicado leído en Belfast, fue un error y se ha acabado. La contrición dejó atónitos a muchos.
Pero sonaba auténtica. Se sumó a la tregua del IRA Auténtico, la minúscula e irracional facción disidente del Ejército Republicano Irlandés (IRA) que perpetró la matanza de 28 inocentes en Omagh el sábado pasado y cuyos miembros encabezan desde hace tres días la lista de los hombres más odiados y buscados de Irlanda. El dirigente protestante probritánico William Thompson, del Partido Unionista del Ulster (UUP), la principal fuerza política de la turbulenta provincia controlada por Londres, describió la decisión del INLA como un gesto alentador. "Creo que surgen esperanzas cuando una organización tan implacable como el INLA declara la tregua y además pide excusas por lo que ha hecho", dijo. Joe Byrne, del Partido Socialdemócrata Liberal (SLDP, la principal fuerza política entre los católicos) de Omagh, declaró que, si bien la decisión no ofrece consuelo a las víctimas del salvaje atentado de hace una semana, hay que abrazar la defunción de la campaña de atentados del INLA, la escisión más antigua y mortífera del IRA.
La decisión del INLA, transmitida en conferencia de prensa en Belfast por cariacontecidos representantes de su brazo político, los veteranos izquierdistas del Partido Republicano Socialista de Irlanda (IRSP), obtuvo inmediata acogida en el seno del Gobierno de Dublín. Ojeroso, con una fatiga física visiblemente acentuada, el primer ministro, Bertie Ahern, dio un paso más en la apuesta de que la guerra en Irlanda del Norte, que se ha cobrado más de 3.300 vidas en casi 30 años, finalmente, después de tanto luto, agoniza irreversiblemente. "La violencia se ha acabado. Nunca, pero nunca jamás debe volver a abrirse una brecha entre el movimiento republicano y la democracia", dijo Ahern. Éste se encontraba en Omagh para participar en la ceremonia en memoria de las víctimas de la atrocidad del IRA Auténtico, a la que acudieron unas 50.000 personas.
Hay párrafos cruciales en el comunicado del INLA. Uno de ellos menciona la inexistencia, lo obsoleto de aquellas majaderías como "las condiciones de la lucha armada". Otro, a pesar de que insiste en su oposición a los objetivos "revolucionarios" frente al proceso de paz, dice que la expresión de la rabia se ha extinguido. "Hay otras opciones", se lee en el texto que provocaba ayer incredulidad por el radical tono del giro de un grupo de pistoleros ansiosos de hacerse fotografiar con una ametralladora en la mano con la secreta esperanza de convertirse en el póster de una causa tragicómica para los que posan y mortal para los que están al otro lado de sus cañones. Por tanto, no sería nada raro que, en días no muy lejanos, veamos una metamorfosis: los exponentes del INLA, ya no ocultos detrás de un pasamontañas negro, sino elocuentes políticos con traje, corbata, teléfono portátil y un secretario de prensa dispuesto a explicar la transformación experimentada.
Signos de que el tiempo cambia. La transición del Kaláshnikov al traje y las tarjetas de crédito parece por primera vez una realidad en todos los campos. Las milicias protestantes, a las que les cayó el equivalente de la masacre de Omagh el día, hace algunas semanas, cuando fueron señaladas como los responsables de la muerte de tres niños católicos que murieron quemados en Ballymoney, ya han abandonado las armas.
Pero esto es Irlanda del Norte. Por tanto, en cada acápite de conclusiones basadas en las imágenes más espectaculares, como la tregua del INLA, las imágenes de la conferencia de prensa del IRSP, tendría que tener espacio para dos palabras: de momento. Más información en Domingo
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.