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Intelectuales de izquierda de toda Europa van a Berlín para apoyar la campaña de Schröder

Pilar Bonet

La campaña electoral del Partido Social-demócrata alemán (SPD) comenzó ayer en serio en Berlín. Un amplio elenco de intelectuales, con el ex ministro de Cultura francés Jack Lang a la cabeza, se dieron cita en la capital alemana para apoyar al SPD, intercambiar ideas y reflexiones sobre el futuro del continente y contribuir a la elaboración de un manifiesto cultural europeo. La jornada berlinesa, bautizada como "Eurovisiones", ha irritado personalmente al canciller federal, el democristiano Helmut Kohl, que reaccionó críticamente por anticipado.

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En una nota firmada por uno de sus colaboradores en la cancillería se calificaba el acto socialdemócrata como una excursión nostálgica del 68 y se consideraba la participación de Lang en él como un "suceso sin precedentes". Lang, que no sólo era participante, sino su organizador principal, se vio obligado a aclarar que su papel en el acto no ponía en cuestión su respeto por el canciller. "En Francia, existe un gran respeto por el papel histórico de Kohl", dijo el ex ministro, quien aseguró haber acudido a Berlín en virtud de su triple condición de "militante de una gran familia de pensamiento", "militante en favor de la cultura" y "militante en favor de Europa". "En Alemania ha llegado el momento de dar a Europa una nueva juventud, de conducirla por otro camino", señaló Lang, que se mostró partidario de superar la "oposición académica" entre nación y Europa en el campo cultural.

"Cuanto más creativo sea un país, tanto más se enriquecerá Europa", dijo el ex ministro, que formuló dos iniciativas concretas: la unificación de posiciones en los países europeos a favor de la fijación de los precios de los libros y la introducción de dos lenguas extranjeras obligatorias en los sistemas de enseñanza nacionales. En lo que a la celebración de actos de apoyo a partidos socialdemócratas se refiere, Lang dijo a esta corresponsal que había recibido una petición del candidato socialista español a la presidencia del Gobierno, Josep Borrell,para que organice en España un encuentro cultural semejante al de Berlín.

A la reunión de intelectuales acudieron personalidades como la escritora Viviane Forrester, el compositor Jean-Michel Jarre, el filósofo Bernard Henry-Levy, el cineasta Werner Schlöndorff, las actrices Margarethe von Trotta y Jean Moreau, entre otros. España estaba representada por el director de teatro Lluis Pasqual, que dijo no haber estado informado de la dimensión concreta de apoyo al SPD del acto. Entre los que se solidarizaron sin acudir, figuraba el director de cine Pedro Almodóvar. Norman Foster, el arquitecto que reforma el edificio del Reichstag en Berlín, declinó asistir a última hora, aunque había anunciado su presencia.

Expectativas de cambio

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No todas las intervenciones que tuvieron lugar en la Willy Brandt Haus, la sede del SPD en Berlín, se centraron en las expectativas de cambio en el ámbito cultural. Varios historiadores alemanes advirtieron contra el olvido del trágico pasado de Alemania e intelectuales de los países de Europa del Este, como Polonia o la República Checa, apuntaron hacia los problemas de la cohesión en Europa y los nuevos conflictos que surgen con la ampliación al Este. En varias ocasiones, los oradores abordaron las tensiones existentes entre Alemania, por una parte, y Polonia y la República Checa, por la otra, sobre los alemanes deportados del Este después de la Segunda Guerra Mundial. Ante la perspectiva de ampliación de la Unión Europea, estos ciudadanos, que suponen un grupo de presión de varios millones de personas, han insistido en reivindicaciones históricas que asustan a los vecinos orientales de Alemania. Éstos se muestran hostiles ante la posibilidad de que antiguos propietarios de tierras en regiones que hoy les pertenecen puedan reclamarlas o comprarlas en el futuro.

De ganar las elecciones, el SPD quiere introducir un puesto de ministro de Cultura, a diferencia de la actual coalición, que no tiene un ministro responsable de este campo. La cultura en Alemania es patrimonio de los 16 länder, que sí tienen sus propios ministros responsables del sector. El editor Michael Naumann, designado como futuro ministro de Cultura del SPD, manifestó ayer que había que superar la época de "eurocentrismo" cultural y señaló que el recuerdo del pasado debe ser una de las fuentes de la cultura europea del futuro.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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