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GOLPE A LA PAZ EN EL ULSTER

El primer ministro de Irlanda promete acabar con el IRA Auténtico por todos los medios

El primer ministro de la República de Irlanda, Bertie Ahern, prometió ayer que su Gobierno recurrirá a todos los medios para acabar con el IRA Auténtico, la escisión del Ejército Republicano Irlandés, a la que responsabilizó del sangriento atentado de Omagh, el más mortífero del largo conflicto del Ulster. Ahern, que había convocado una reunión de emergencia del Comité de Seguridad de Irlanda, advirtió: "El mensaje del Gabinete es que vamos a acabar con esta campaña [de terror], y haremos todo lo que sea necesario para ello, cualquier cosa, para dar todos los medios a la policía".

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"No tengo ninguna duda: los miembros del Comité de Soberanía de los 32 Condados o del IRA Auténtico, o cualquiera que sea el nombre que se den, son responsables [del atentado]", afirmó Ahern tras reunirse con los ministros de Justicia y Exteriores y los máximos responsables de los servicios de seguridad irlandeses. "Daremos a la policía todos los medios que sean necesarios para que pueda acabar con ellos [el IRA Auténtico]", agregó el jefe del Gobierno irlandés, que junto con el primer ministro británico, Tony Blair, apadrinó el acuerdo de paz de Stormont. "Estamos decididos a acabar rápidamente con ellos. Haremos todo lo que sea necesario", puntualizó, sin descartar un eventual endurecimiento de la legislación antiterrorista en su país. "Nos hemos esforzado demasiado en lograr la paz en los últimos años como para permitir que un puñado de personas, probablemente menos de un centenar, destruyan nuestros esfuerzos", advirtió Ahern. Un total de 14 miembros del IRA Auténtico se encuentran detenidos en la República de Irlanda a la espera de ser procesados. Durante el último mes, la policía de Dublín ha intensificado sus redadas contra los grupos extremistas armados.

Telegrama de pésame

En España, los Reyes enviaron ayer un telegrama de condolencia a la reina Isabel II por el atentado ocurrido el sábado, según informaron fuentes de la Casa del Rey. El presidente del Gobierno, José María Aznar, permaneció informado sobre los hechos y se puso en contacto telefónico con don Juan Carlos para mantenerle al corriente de la situación de las víctimas españolas. El ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, envió a su vez un telegrama a su homólogo británico, Robin Cook, en el que le expresaba su "enérgica condena y repulsa" al atentado terrorista de Omagh, que causó víctimas entre los miembros de un grupo de estudiantes y educadores españoles. La Unión Europea, a través de su presidente en ejercicio, el ministro de Exteriores austriaco, Wolfgang Schuessel, también condenó con severidad "el acto de terror de Irlanda del Norte, que va contra las esperanzas de paz del pueblo irlandés". Schuessel manifestó: "Toda nuestra comprensión para las víctimas y sus familias". Desde su residencia de verano de Castelgandolfo, el papa Juan PabloII se refirió ayer a la "muerte trágica sin sentido" de las víctimas de Irlanda del Norte durante el rezo del Ángelus. "Una vez más, la violencia ciega intenta obstaculizar el difícil camino de la paz y el comienzo de una cohabitación [entre católicos y protestantes] difícil, pero posible", afirmó el Pontífice, antes de manifestar su deseo de que "las personas de buena voluntad de Irlanda no flaqueen ante la violencia y sepan perseverar con constancia en la consecución de una cohabitación pacífica de la que depende el futuro del país".

Por su parte, el ministro de Exteriores alemán, Klaus Kinkel, se mostró convencido de que "el sangriento atentado perpetrado en la ciudad de Omagh no podrá detener el proceso de paz en Irlanda del Norte". Así lo expresó el jefe de la diplomacia de Bonn en un telegrama enviado a Cook en el que le trasladaba su dolor e indignación.

El presidente surafricano, Nelson Mandela, expresó su "profunda consternación" por el atentado del Ulster. En un comunicado difundido por el Ministerio de Exteriores en Pretoria, Mandela pidió a los responsables de los partidos políticos que suscribieron el acuerdo de paz del pasado 10 de abril que persistieran en su empeño de paz y estabilidad "sin dejarse desanimar por estos actos repugnantes". "Toda esta voluntad de la mayoría no debe quedar anulada por la violencia enloquecida de una minoría", agregó.

En Estados Unidos, el presidente Bill Clinton fue uno de los primeros en condenar la acción terrorista, pocas horas después de que se produjera. Clinton, que tiene previsto viajar a Irlanda del Norte el próximo 3 de septiembre, afirmó que el "acto bárbaro" de Omagh no debe suponer un retroceso en la búsqueda de la paz en la provincia británica.

El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Newt Gingrich, que visitó recientemente el Ulster, calificó el atentado como una "acción cobarde y deplorable".

Un portavoz de la Casa Blanca aseguró ayer que el presidente Clinton mantendrá su gira por Irlanda, durante la que visitará Belfast y Dublín: "Este atentado no va a variar el programa del presidente".

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