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GOLPE A LA PAZ EN EL ULSTER

14 mujeres y 7 niños, entre los muertos

Entre los 28 muertos por el atentado del sábado en Omagh figuran tres miembros de una misma familia: una niña de 18 meses, su madre, embarazada de gemelos, y su abuela, según informó ayer la policía del Ulster. Las tres generaciones de mujeres, Avril Monaghan, de 30 años, su hija Maura y su madre, Mary Grimes, de 65 años, estaban de compras en la pequeña localidad situada en el centro del Ulster cuando la bomba de 250 kilogramos explotó.

La señora Monaghan, una devota católica que asistía diariamente a misa, deja un marido y tres hijos. Su padre, el granjero Mick Gimes, estaba ayer bajo estado de choque, demasiado aturdido para atender a los periodistas. Pero otro vecino del pueblo, Paul Radford, declaró a la BBC cómo había ayudado a sacar a los muertos y heridos del escenario del crimen antes de descubrir lo que le había ocurrido a su hermano Alan, de 16 años.

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"Encontré a mi madre enseguida. Me dijo que Alan había desaparecido", relató. "Lo intentamos comprobar con el personal de los hospitales. Dije que no había nada que hacer, así que empezamos a sacar a la gente, trozos de gente, piernas, cualquier cosa que hubiera".

"Descubrí a las seis de la mañana que debía estar muerto, pero aún no era oficial. Yo, mi hermana y mis dos amigos fuimos al depósito de cadáveres y vimos al chico". Igual que otros familiares de las víctimas, Radford se acercó a depositar flores en la ajetreada calle de Omagh, ahora cerrada, donde explotó la bomba.

Decenas de ramos

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Docenas de ramos de lilas y rosas yacían ayer en esta calle. Los familiares las depositaban en silencio sobre las aceras. Tres niños del pueblo de Buncrana, de edades comprendidas entre los 8 y 12 años, resultaron también mortalmente heridos por la explosión del coche bomba que ha originado la mayor matanza en tres décadas de conflicto en Irlanda del Norte.

Dos patólogos trabajaron a lo largo de todo el día para identificar los restos. Sólo dos víctimas no habían sido identificadas ayer, 24 horas después del drama. Sus cadáveres habían resultado destrozados hasta el punto de que no se podía discernir si se trataba de hombres o mujeres.

La policía real del Ulster ha informado de que la lista de muertos comprendía los nombres de 14 mujeres, de tres niñas, cinco hombres y cuatro niños.

Otras veinte familias se quedaron durante todo el día en un centro de ocio junto al hospital, convertido en la oficina de información sobre desaparecidos.

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