Un folleto demuestra que Fluixà sabía que el marjal de Xeresa es un humedal. El alcalde de Xeresa citó en febrero con 600 folletos a los vecinos para explicar la futura protección del marjal
El Ayuntamiento de Xeresa, que gobiernan en coalición UV y el PP, distribuyó más de 600 ejemplares de un díptico informativo en el que aparecía un plano sobre la delimitación del espacio y de la cuenca del marjal que en los últimos años ha sido masivamente aterrado de escombros con licencia municipal. Este mapa es una copia del que envió la Consejería de Medio Ambiente a todas las poblaciones afectadas por la inclusión en el Catálogo de Zonas Húmedas del marjal de La Safor. Y el folleto demuestra que el alcalde de Xeresa conocía, en contra de lo que declaró a la juez de Gandia el martes, los límites del humedal.
En el mapa que aparece en el folleto aparecen señalizadas y separadas las zonas urbanizadas e industriales de las área productivas protegidas y forestales. También reproduce el proyecto de decreto por el que, cuando lo apruebe el Consell, se establecerá el régimen de protección de los hábitats incluidos en el Catálogo de Zonas Húmedas. El folleto fue diseñado en el consistorio, según diversas fuentes, y se repartió, de puerta en puerta, en las viviendas de Xeraco y Xeresa. Este informe cuestiona las declaraciones que el alcalde Ciprià Fluixà, de UV, realizó el pasado martes ante el Juzgado de Instrucción Número 2 de Gandia en las que justificaba los abocamientos en el marjal porque no conocía la existencia de "una delimitación jurídica" que estableciera dónde se encuentra el humedal. Fluixà compareció ante la juez como imputado en una querella por presunta prevaricación y delito contra el medio ambiente y los recursos naturales. El fiscal de Medio Ambiente Carlos Almela, que interpuso la querella, acusa al alcalde de conceder durante los últimos cuatro años licencias para verter escombros y residuos inertes en el marjal. Fluixà también ocultó al fiscal 52 autorizaciones municipales para realizar los vertidos que fueron encontrados por agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en las dependencias consistoriales el 3 de julio pasado.El díptico convocaba una reunión en el salón de actos de la Casa de la Cultura de Xeresa para "explicar las zonas húmedas" y debatir después las alegaciones al mismo en una sesión plenaria que se improvisó en este mismo lugar. Según algunos de los asistentes a la reunión, Fluixà compareció junto al presidente de la Comunidad de Regantes de Gandia, José Borrás, ante un centenar de personas. El discurso de ambos oradores fue duramente crítico contra el proyecto de decreto del Catálogo de Zonas Húmedas, ya que, según el alcalde, la inclusión del humedal de Xeresa pondría en "peligro" la agricultura y reportaría efectos negativos en la economía local. Después de esta reunión, el alcalde recogió firmas contra el documento de la Consejería de Medio Ambiente. La sesión plenaria siguió a la reunión y allí se presentó una moción para cambiar la calificación del suelo del humedal de Xeresa. Hasta el momento, en las Normas Subsidiarias de Planeamiento Municipal -realizadas por Obras Públicas en los ayuntamientos que no se pueden permitir elaborar su propio Plan General de Ordenación Urbana (PGOU)- la zona está calificada como "suelo no urbanizable protegido marjalería". Ahora, Xeresa ha elaborado un PGOU en el que reduce el rango de protección a "suelo no urbanizable común". La moción se aprobó, con la mayoría de votos de los cinco concejales de UV y la edil del PP, pero hasta que no se apruebe el nuevo plan se mantiene su consideración como marjal. De nuevo Fluixà incurrió en una contradicción cuando declaró ante la juez de Gandia ya que la consideración de zona húmeda queda perfectamente recogida en el planeamiento municipal. El alcalde de Xeresa, sin embargo, negó ante la juez que hubiera un humedal en la población y se refirió en su defensa a la "ambigüedad" de ley de Espacios Naturales Protegidos. El abogado de EU, José Luis Ramos, aportó el pasado martes a la juez una serie de documentos que también demuestran que Fluixà era conocedor de las características del marjal de Xeresa y de la necesidad de preservarlo. El 23 de abril, EU dirigió un informe al edil, a través de la Delegación de Gobierno, en el que le informaba de las tareas prohibidas y las permitidas en el marjal, así como un escrito de una técnico de la Consejería de Medio Ambiente con una descripción de las características naturales. Fluixà reconoció ante la juez que había recibido ese documento, pero a pesar de ello se aferró al argumento de que no sabía que hubiera un humedal en su municipio.
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