La oposición argentina se presenta unida y con un programa de Gobierno
La oposición agrupada en la Alianza está preparada para gobernar Argentina a partir del año 2000 manteniendo la estabilidad económica, sin tocar el plan de convertibilidad peso-dólar, pero con una nueva política que favorezca la equidad y una mejor distribución de la riqueza. Éste es el mensaje que transmitieron al país los dirigentes de la Alianza en la presentación, el lunes, de la Carta a los argentinos, un documento que resume el programa de la oposición, reiteradamente acusada desde las filas oficialistas de no tener alternativa.
Ya nadie podrá decir en Argentina que la Alianza carece de programa. Lo ha anunciado a bombo y platillo 14 meses antes de las elecciones presidenciales y en el mismo escenario, el hotel Bauen de Buenos Aires, donde hace justo un año se presentó oficialmente la coalición.El ex presidente Raúl Alfonsín, Fernando de la Rúa, Rodolfo Terragno (de la Unión Cívica Radical, UCR) y Graciela Fernández Meijide y Carlos Chacho Álvarez (del Frepaso) comparecieron ante un auditorio entregado y una nutrida representación de la prensa local e internacional. Se trataba de demostrar que la Alianza puede presentar propuestas a la sociedad y que no es una jaula de grillos.
Lo primero quedó claro con el texto que ha salido a la luz después de cuatro meses de trabajo del Instituto Programático de la Alianza (IPA), bajo la coordinación del ex presidente Alfonsín. La verdadera unidad en las filas aliancistas se comprobará a medida que se acerquen las elecciones internas, que deben designar al candidato de la coalición a la Presidencia de la República entre dos aspirantes: Graciela Fernández Meijide y Fernando de la Rúa.
Alfonsín empezó diciendo: "Queremos preguntarle a la sociedad qué quiere". Y subrayó el hecho de que nunca en Argentina se había elaborado un proyecto de esta naturaleza a un año de las elecciones. "Antes las plataformas se establecían en los partidos en una noche de discusión".
Decencia y crecimiento con equidad fueron conceptos repetidos por los máximos dirigentes de la Alianza, que a regañadientes se han comprometido a respetar los elementos esenciales del plan de convertibilidad puesto en marcha desde que Carlos Menem llegó al poder.
La oposición envía así un mensaje de tranquilidad a la comunidad económica internacional y a importantes sectores del país, donde el recuerdo del periodo de la hiperinflación y la devaluación permanente de la moneda todavía provoca vértigo. Lo reconoció Alfonsín cuando le preguntaron por qué la Alianza había cambiado de posición al aceptar la convertibilidad que siempre había criticado. "Yo me opuse a la convertibilidad, pero sería peligroso sacarla de un plumazo, porque significaría una devaluación de consecuencias catastróficas para los argentinos. El pueblo argentino está endeudado en dólares, al igual que el 50% de las empresas y hasta por la deuda externa del país", dijo.
Graciela Fernández Meijide, la precandidata a quien las encuestas otorgan mayores posibilidades de ocupar la Casa Rosada el año 2000, resumió en cinco las prioridades de un futuro Gobierno de la Alianza: Empleo -compromiso de reducir el paro del 13,2% actual al 6%-; educación -"columna vertebral de nuestro proyecto"-; la justicia -"crece la macroeconomía y la gente se pregunta por qué a mí no me ha llegado"-; la lucha contra la megacorrupción -"nos está costando mucho del bienestar social"-, y una mayor atención a las políticas sociales. "Especulación, evasión y despilfarro son los enemigos de la Alianza", afirma el documento.
Referencias al Ejército
La Carta a los argentinos apenas contiene tres leves referencias al Ejército, cuya imagen sigue empañada por los crímenes cometidos durante la última dictadura. "Las Fuerzas Armadas, en el marco señalado, no tienen como misión la intervención en tareas de seguridad interior. Esto las transformaría en fuerzas de seguridad o policiales y, además de debilitar la defensa nacional, las alejaría de los objetivos para los cuales fueron creadas".El oficialismo ha respondido con críticas la propuesta de la oposición. Antes de su presentación, el ministro del Interior argentino, Carlos Corach, ya la había descalificado al señalar: "Espero que la carta no sea un conjunto de deseos". Tras el acto de la Alianza, el bloque de diputados peronistas dijo que el documento "muestra la gigantesca dimensión del desconocimiento de la realidad nacional e internacional que tiene la coalición opositora".
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