_
_
_
_

Una red mafiosa vendió en Taiwan un centenar de niños chinos

La policía taiwanesa ha desarticulado una red internacional de venta de niños chinos que, por medio de actas de nacimiento falsas, vendía los pequeños a clínicas privadas, que después eran las encargadas de comerciar con ellos. Estas clínicas vendían a los infantes a un millón de pesetas cada uno y los clientes eran familias sin hijos y con problemas de esterilidad. En la operación, la policía descubrió que tenían ya lista la entrada a Taiwan de cien niños chinos y, según las primeras investigaciones, la venta ya estaba pactada.El método de entrega de los pequeños tenía varios pasos: primero eran sedados con somníferos y, ya dormidos, los metían en unas cajas de madera para entregarlos a pesqueros taiwaneses que se encargaban de su traslado ilegal hasta Taipei. Cuando llegaban a la ciudad los entregaban a las clínicas privadas, donde los niños eran finalmente sacados de las diminutas cajas de madera. Los pesqueros cobraban unas 150.000 pesetas por cada niño transportado.

Una vez que los niños ya estaban en la clínica, los médicos responsables se encargaban de localizar a familias sin hijos y con problemas de esterilidad para negociar la venta y la adopción. En la isla ha habido tal aumento de esterilidad que encontrar al comprador no era una tarea difícil. Los últimos datos oficiales así lo constatan: una de cada cuatro familias en Taiwán no puede tener descendencia.

Después de unas pruebas de ADN que se hicieron a todos los niños de la clínica se descubrió que un 30% de los pequeños no pertenecía a los supuestos padres. Los dos médicos responsables de la clínica, de 83 y 78 años, han sido detenidos por la policía acusados de falsificación de documentos. El presunto jefe de la banda, Hung Chih-Hui, de 45 años, trabajaba como instructor en una escuela de conducción.

En 1981, en Taiwán se desarticuló una banda de tráfico de niños taiwaneses que había vendido unos 64 niños en Australia a unas 900.000 pesetas cada uno. Según las investigaciones de la policía, este negocio sin escrúpulos ha vuelto a florecer.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_