Nocturnidad y alevosía
Con extrema cobardía, nocturnidad y alevosía, el Gobierno ha aprobado su medicamentazo a finales de julio, cuando el país se encuentra más desarticulado para poder oponerse a él. No menos indignante ha sido la alarma social que desde hace tiempo ha ido creando ese insano recorte en los colectivos más afectados e indefensos: los pobres, ancianos y enfermos. Y si ya eran minúsculos de entrada, ahora son francamente ridículos los ahorros económicos que el Gobierno reconoce que conseguirá con él.Los modos arteros, los fines antisociales, los resultados miserables, convierten al medicamentazo, entre tantos otros actos semejantes, en un símbolo especialmente elocuente del Gobierno que lo realiza: no hay medicina para el PP.-
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