_
_
_
_
MOIXENT

Paisajes para un guerrero ibérico

Sus hábitos alimentarios consistían en comer cebada, guisantes, almendras y carne

Hay pueblos que tienen sus espaldas bien protegidas. Es el caso de Moixent, situado en la alargada comarca de La Costera. Asentado al pie del Alto del Pino, se encuentra ante una cadena de elevados cerros de líneas suaves, que miran la amplitud del valle del rio Cànyoles, una vía natural de comunicación muy antigua establecida entre la meseta y el litoral. El acceso a Moixent desde la capital provincial es sencillo. La autovia Valencia- Albacete, conocida también como la carretera a Alicante por el interior, la nacional 340, pasa a escasos metros de esta y otras poblaciones que se han desarrollado a uno y otro lado de la via de comunicación, buscando siempre las cotas altas del valle para dominar el horizonte. Con los vecinos más mayores no es difícil establecer una conversación sobre los trabajos que antiguamente realizaban en los bosques talando árboles y también en los almacenes manipulando la madera. Probablemente este es el origen del ingenio con que los mogentinos supieron plantear en los años 60 el desarrollo de la industria de caña, junco y otras fibras vegetales aplicadas al mueble para el hogar y elementos ornamentales. Esta industria exótica impregna a la población de un aire artesano indiscutible. La iglesia parroquial dedicada a San Pedro y la desafiante torre del castillo en ruinas configuran las dos alturas urbanas de la población. En contraste con esta parte monumental, el guerrero ibérico de Moixent que recibe al visitante en la entrada del pueblo muestra en una escala mucho más pequeña el legado del que los mogentinos se sienten más orgullosos: haber sido cuna de los íberos. Este exvoto funerario, este colgante amuleto, es en su origen una pequeña figura de bronce que procede del poblado ibérico de La Bastida de les Alcuses, descubierto a unos cuatro kilómetros en la carretera de Moixent a Fontanars. Al realizar las excavaciones de esta ciudad íbera, una de las más importantes de la Contestania, perteneciente al siglo IV antes de Cristo, este guerrero, cuyo penacho se alza tan grande como el resto del cuerpo, apareció cerca de otro documento de indiscutible valor, una pieza de plomo con signos de escritura, que los especialistas todavía no han podido descifrar ya que sigue siendo un misterio el alfabeto íbero. La ciudad íbera se levantó sobre la cima de una montaña, con una extensión de unas seis hectáreas, protegida por una muralla que alcanzaba los ocho metros de altura en sus tramos más espectaculares. El acceso estaba controlado por cuatro puertas. La Bastida se situa tras el alto de Corcabelles y en una de las laderas del pico del Chocolatero (761 metros). Desde su descubrimiento en 1909 se han excavado tres quintas partes de su superficie. Cerca de 300 habitaciones o departamentos diferentes se han vaciado de tierra y escombros y de una manera más exhaustiva se han estudiado once casas, lo que ha permitido identificar una como la destinada al culto, situada en lo más alto, y otra perteneciente al jefe del poblado. Fué en esta donde se encontró el guerrer de Moixent, hipotética reproducción del dirigente comunal. La Diputación de Valencia tiene el proyecto de reconstruir en la zona una casa íbera levantada con cal, arena y tierra, materiales habituales en los poblados íberos.

Más información
Viajeros de la calzada romana

La Tasca

Para degustar por encargo la gastronomia de esta tierra montañosa. Tlfno. -96 226 04 67

La Finestra

Platos típicos mogentinos en un ambiente agradable. Tlfno. -96 226 14 00

La Cova

Gazpacho manchego con pebrella, paella de carne de caza, gachamiga, y otros platos. Tlfno. -96 226 04 69

Les Alcusses

Albergue tranquilo en plena naturaleza. Preparado para realizar desde allí todo tipo de actividades de montaña y culturales. Dispone de restaurante. Tlfno. -96 213 24 24

Corral de Pablanch

Antigua masía restaurada y acondicionada para turismo rural. Tlfno. -96 226 00 49

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_