_
_
_
_

El Congreso debe autorizar la validez de un plebiscito en Puerto Rico

Cien años después de la invasión de Puerto Rico por tropas norteamericanas, el futuro de la antigua posesión española, adjudicada a Estados Unidos como botín de guerra por el Tratado de París, sigue en estado nebuloso. A pesar de los repetidos intentos de los partidarios de las tres opciones en litigio para definir el futuro de la isla -anexión a la Unión como Estado número 51, mantenimiento de la situación actual de Estado libre asociado o indepen-dencia-, el Congreso de Was-hington continúa sin dar luz verde a la celebración de un plebiscito.

El pasado viernes, aniversario del desembarco estadounidense en la pequeña localidad de Guanica, anexionistas, continuistas e independentistas aprovecharon la efemérides para celebrar diversos actos tanto en la isla como en el territorio metropolitano en defensa de sus respectivas posiciones.

El gobernador de Puerto Rico, Pedro Roselló, firme partidario de la anexión, anunció la celebración de un referéndum el próximo diciembre para que los portorriqueños puedan decidir sobre su futuro. La consulta, cuyos resultados no son vinculantes, constituye un mero elemento de presión al Congreso de Washington, única institución facultada por la Constitución para decidir sobre la incorporación de nuevos Estados a la Unión.

A la espera del referéndum

El pasado marzo, la Cámara de Representantes de EEUU aprobó por un solo voto de diferencia una resolución a favor de la celebración de un plebiscito en la isla, pero la resolución no tiene ninguna validez hasta que el Senado la ratifique. Y el Senado, con mayoría republicana, no está por la labor, especialmente en un año electoral como el actual. Los senadores republicanos han echado sus cuentas electorales y el resultado es que la incorporación de Puerto Rico a la Unión proporcionaría probablemente a los demócratas dos senadores y seis diputados más en el Congreso. A esto hay que añadir la espinosa cuestión de la incorporación de un Estado mayoritariamente de habla española en unos momentos en los que los republicanos se muestran cada vez más partidarios de declarar el inglés como única lengua oficial.Por su parte, los partidarios de la independencia de Puerto Rico, que en las últimas elecciones sólo consiguieron el 5% de los votos, aprovecharon la efemérides para celebrar un acto de afirmación independentista. En el acto, varios líderes de partidos socialdemócratas iberoamericanos, afiliados a la Internacional Socialista, prometieron el apoyo de sus organizaciones a la independencia de la isla.

Puerto Rico se convirtió en Estado libre asociado de EE UU en 1953. Sus habitantes tienen la nacionalidad estadounidense, pueden incorporarse si lo desean a las Fuerzas Armadas de la Unión, pero no pueden votar en las elecciones presidenciales o legislativas al Congreso de Washington. En el último referéndum sobre el futuro de Puerto Rico, los partidarios del mantenimiento de la situación actual obtuvieron un apretado triunfo por sólo el 2% de los votos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_