Velando armas
De los cuatro españoles que este año actúan en el Festival de Salzburgo -Plácido Domingo, Jordi Savall, Carlos Álvarez y María Bayo-, los dos últimos intervienen en óperas escenificadas. El ritmo de ensayos es fatigoso pero a ellos no parece afectarles en exceso.María Bayo -Cherubino en Las bodas de Fígaro, de Mozart- no pierde la ocasión de observar cómo se trabaja en el festival de los festivales y, así, ha asistido a ensayos de óperas como Mahagonny o Katia Kabanova, muy ajenas en principio a sus identificaciones estéticas.
"Hay que aprenderlo todo", dice, mientras observa sin perder detalle el clima con que se vive la ópera en Salzburgo y percibe con agrado cómo la reconocen y felicitan por la calle tras su éxito en La Calisto aquí hace un par de meses. Carlos Álvarez -Marqués de Posa en Don Carlos, de Verdi- está acompañado de su mujer e hijo de seis meses y esperaba ayer por la noche la llegada de sus padres.
"Desde el primer momento sintonicé a las mil maravillas con Lorin Maazel. Trabajar con él y con Herbert Wernicke es un lujo", afirma Álvarez. No se les nota nada preocupados por la presión ambiental.