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La marca de los cítricos entrará en vigor en la campaña 1999-2000

El sector citrícola parace dispuesto a cerrar acuerdos después de años de distanciamiento. Tras el contrato de compra-venta, la reforma de los estatutos de Intercitrus y la campaña de publicidad, los representantes del sector presentaron ayer el Indicativo Geográfico de Procedencia Cítricos Valencianos, una marca de calidad que se espera pueda ser utilizada por los productores y comercializadores a partir de la campaña 1999-2000. Durante el próximo año se desarrollará el reglamento aprobado.

Después de cinco meses de reuniones de la comisión que se designó para buscar una marca de calidad que identificase a los cítricos producidos en la Comunidad Valenciana, ayer la consejera de Agricultura, María Ángeles Ramón-Llin presentó el acuerdo alcanzado. El Indicativo Geográfico de Procedencia (IPG) Cítricos Valencianos, una suerte de denominación específica similar a la que tienen las Cerezas de la Montaña de Alicante, acogerá a un total de 28 variedades de cítricos: tres del grupo de las satsumas, 11 de clementinas, cinco híbridos, cinco de navel, dos de blancas y dos de limones. Todos los términos municipales productores de la Comunidad Valenciana están incluidos en el borrador de reglamento que se ha aprobado, y que ahora deberá ser aprobado por los órganos competentes. El grupo de trabajo ha creado también un Consejo Regulador provisional, que estará presidido por Enrique Blasco, presidente de Uteco-Valencia -las cooperativas-. Este consejo regulará las condiciones de las cosechas que quieran ampararse en la IGP. Según el reglamento, los cítricos deberán tener unas condiciones de máxima calidad, dentro de las categorías extra y primera. El calibre, el contenido en zumo y el índice de madurez dependen de la variedad y también se especifican en dicho reglamento. Los productores y los comercializadores que quieran utilizar la marca deberán inscribirse en el registro que abrirá el consejo regulador, que además controlará el estricto cumplimiento de la normativa. Salirse de esta cadena supondrá la imposibilidad de utilizar el IGP. A la leyenda Cítricos Valencianos se le podrá añadir un apéndice con la variedad y la zona de procedencia del producto. Ramón-Llin -que ya había anunciado en su día que si el sector no llegaba acuerdos la consejería de Agricultura tomaría la iniciativa-, destacó la agilidad con que se han realizado los trabajos. Con todo, la consejera señaló que todavía habrá que esperar para conocer cuál es la aplicación práctica de este acuerdo. De hecho, los exportadores privados, que también han aprobado el acuerdo, son los que se han mostrado más escépticos sobre la utilidad de esta marca. Enrique Blasco, por su parte, señaló que la marca es una arma más de las que dispone el sector citrícola para mantener cuota de mercado. El presidente del consejo regulador provisional señaló que el trabajo que queda pendiente para el año de margen que falta para aplicar la marca se utilizará para "vender" al productor la importancia de la denominación.

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