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Crítica:CINE 'EL ÚLTIMO PATRIOTA'
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Hierbas contra virus

Gran especialista en artes marciales, Steven Seagal estudia aikido, kárate, kendo, kung-fu y tai-chai en Japón, antes de regresar a Estados Unidos, abrir un gimnasio en California y comenzar a trabajar como guardaespaldas. Interesado por el cine, debuta como protagonista en Por encima de la ley (1988), realizada por Andrew Davis y pensada para lucimiento de sus violentas habilidades.

Su relativa repercusión le permite convertirse en una estrella del cine de artes marciales con Alerta máxima (1992), de nuevo dirigido por Davis, a la que sigue

Alerta máxima 2 (1995), de Georff Murphy. En ambas encarna a Casey Ryback, ex marine y cocinero que nunca se despeina, siempre se encuentra por casualidad en los lugares de máximo peligro y gracias a su frialdad, su habilidad con las artes marciales y su buena suerte, vence a los más sofisticados y poderosos malvados.

El último patriota

De Yorgos Jimonás, sobre el Apocalipsis de San Juan. Intérpretes, Irene Papas, Carmen Linares, Ángela Castillo, Cristina Perales, María José Peris, Marina Viñals, Coro de Valencia. Iluminación, Juan Gómez. Vestuario y escenografía, Yannis Metzikof. Instalación escénica, Yoko Ono. Dirección musical, Joan Cerveró. Coreografía y dirección escénica, Vicente Sáez. Dirección artística, Irene Papas. Coproducción Fundació Cinc Segles y Teatres de la Generalitat. Teatro Romano de Sagunto. Valencia, 23 de julio de 1998.

Dirección: Dean Semler

Guión: M. Sussman y J. Kingwell. Fotografía: S. F Windon. EEUU, 1998. Intérpretes: Steven Seagal, L. Q. Jones, Camilla Belle. Madrid: cines Vaguada, UGC Cine Cité, Victoria, Coliseum, Benlliure, Lido, Albufera.

A pesar de que En tierra pel grosa (1994), que también dirige, es un fracaso que hace tambalear su carrera y le obliga a no volver a pensar en la realización, desde mediados de los años noventa, Steven Seagal intenta cada vez más que sus películas se aparten de las frías peleas que le hacen famoso, gracias a su peculiar coreografía y su apropiada realización, para intentar dotarlas de un cierto contenido ecológico, cercano a la filosofía oriental que practica.

En El último patriota, encarna a un médico, aficionado a los remedios naturales, que vive en su propia granja, dedicado al cuidado de su hija y sus caballos, pero debe enfrentarse con un terrible virus esparcido por la zona por un grupo de neofascistas, que viven cerca. Sus famosas peleas se han reducido al mínimo y la misoginia que las caracteriza es de tales proporciones que no existe la posibilidad de amor, la presencia de la mujer se limita a la de su pequeña hija y su hermana. El último patriota es un producto que trata de demostrar que las hierbas son mejores que la violencia para combatir neofascistas.

Dirigida por Dean Semler, fotógrafo que gana un oscar por Bailando con lobos (1990), El último patriota desconcertará a las admiradoras de Seagal y a los entusiastas de las artes marciales, y dejará perplejo al resto.

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