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60 guerrilleros del GIA, abatidos al inicio de la "misión Soares" en Argel

El expresidente portugués Mario Soares -que dirige una misión de Naciones Unidas en Argelia para informar al secretario general de la ONU, Kofi Annan,sobre la situación en el país magrebí- comenzó ayer sus contactos con el Gobierno. Los seis miembros de la delegación internacional han podido leer en los diarios de la capital argelina las noticias que daban cuenta de una operación militar que se ha saldado con la muerte de 60 guerrilleros de los Grupos Islámicos Armados (GIA) en la región de La Cabilia, al este de Argelia.Los integrantes de la misión Soares también habrán podido informarse sobre el degollamiento de tres comerciantes en la provincia de Yelfa (centro del país), del asesinato de una mujer en Uled Fares (150 kilómetros al suroeste de la capital ) o de la muerte de dos guardias comunales, un soldado y cuatro miembros de los grupos de autodefensa (civiles armados por el Gobierno) en diversos atentados.

Soares y su equipo mantuvieron ayer entrevistas a puerta cerrada con el primer ministro, Ahmed Uyahia, y con los titulares de Interior y Justicia, Mohamed Benmansur y Mohamed Adami,respectivamente. La delegación de la ONU ha optado por un perfil de independencia, al rechazar la residencia oficial que le había ofrecido el Gobierno de Argel y alojarse en un hotel.

Nada más llegar a Argel, Soares entregó al ministro de Exteriores, Ahmed Attaf, un borrador de su programa de visitas, pero las autoridades argelinas prefieren ir desvelando "poco a poco" el contenido de la agenda de trabajo de la delegación de la ONU, en la que previsiblemente figurarán varios desplazamientos a algunos de los lugares donde ocurrieron matanzas de civiles.

Reticencias políticas

La misión Soares ha sido recibida con cierta reticencia por la clase política argelina y varias organizaciones no gubernamentales. Para el Partido Socialista de los Trabajadores (trostkista) la visita "no servirá para nada". El Movimiento Cultural Bereber también fue pesimista: "La misión no nos sirve porque somos suficientemente adultos como para resolver solos nuestros problemas". El Movimiento de la Sociedad por la Paz (islamista moderado) la califica directamente de "injerencia" en los asuntos internos argelinos.La situación de los derechos humanos, y en participar el espinoso tema de los desaparecidos durante más de seis años de violencia, ocupará buena parte de la agenda de contactos de la delegación internacional. El régimen de Argel ha negado que se hayan producido "violaciones masivas" de los derechos humanos, aunque ha admitido "desbordamientos" de las fuerzas de seguridad en su lucha contra el terrorismo.

La misión de la ONU tenía previsto permanecer dos semanas en Argelia, pero la duración de la visita "será determinada en función de la evolución del trabajo", según un comunicado emitido por la ONU.

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