Los careos de Barrionuevo con Sancristóbal y Damborenea fueron definitivos para la condena

Los careos que mantuvo el ex ministro del Interior José Barrionuevo con el ex gobernador civil de Vizcaya Julián Sancristóbal y con el ex dirigente socialista Ricardo García Damborenea fueron determinantes para inclinar el ánimo de la mayoría de los magistrados de la Sala Segunda del Supremo que juzgaron el caso Marey en favor de la condena de Barrionuevo, según fuentes del tribunal. El testimonio de Sancristóbal, junto al careo, no ha servido sin embargo para diluir su culpabilidad ya que la Sala le impondrá la misma pena de 13 años de cárcel que a sus antiguos jefes, Barrionuevo y Vera.

Los careos a que fue sometido por sorpresa José Barrionuevo con Sancristóbal y García Damborenea se apreciaron de forma muy distinta desde los estrados que desde el sector donde se encontraban el público y los periodistas que asistieron a la sesión. La proximidad a los careados y preferente ubicación de los magistrados les permitió apreciar con nitidez la actitud de debilidad de Barrionuevo frente a sus contradictores, al margen de las muestras de nerviosismo que ofreció el ex ministro cuando calificó de "delator" a García Damborenea.Los detalles sobre la mayor o menor firmeza entre los careados no se percibieron desde los bancos del público, pero algunos magistrados quedaron impresionados. Lo suficiente para convertir esa diligencia de prueba en uno de los motivos de la condena, como previsiblemente explicarán en los fundamentos jurídicos de la sentencia.

La estrategia defensiva de Sancristóbal de asumir él la "idea" del secuestro para acusar a sus antiguos superiores, Barrionuevo y Vera, de haber dado luz verde a la operación, no parece haber conseguido el objetivo de diluir su responsabilidad y arrastrar a la baja su condena y las de los demás implicados.

En el mismo bloque

Antes al contrario, el tribunal ha decidido incluirle en el mismo bloque que Barrionuevo y Vera, por lo que las penas que le impondrán serán del mismo tenor que las de sus antiguos jefes: nueve años por secuestro bajo condición y cuatro años por malversación de fondos reservados, el millón de francos que, según Sancristóbal, le entregó Rafael Vera para pagar el secuestro.En un escalón inmediatamente inferior, y con penas aún por determinar en toda su extensión pero previsiblemente superiores a los 10 años, se sitúa el bloque de condenados integrado por Francisco Álvarez, antiguo jefe de la Lucha Contraterrorista; Miguel Planchuelo, ex jefe superior de Policía de Bilbao, y José Amedo Fouce, el subcomisario ya condenado a 108 años de privación de libertad y que, según opiniones recabadas en fuentes judiciales, puede ser regresado de grado penitenciario y volver a prisión. Este segundo bloque corresponde a los procesados que están procesados por el doble delito de secuestro bajo condición y malversación.

Tampoco las acusaciones de Ricardo García Damborenea contra Barrionuevo y Vera han servido a sus intereses de defensa. El tribunal impondrá al que el fiscal consideró el "ideólogo" de la guerra sucia contra ETA una condena de nueve años de prisión por el delito de secuestro bajo condición.

El pleno de once magistrados de la Sala Segunda desbrozó el camino de la condena de Barrionuevo y Vera el jueves 14 de julio, un día después de declarar visto para sentencia el juicio oral. Durante ocho horas, en una reunión que comenzó por la mañana y finalizó por la noche, los magistrados votaron el punto central del informe del ponente, Joaquín Delgado: si el secuestro de Marey era una detención ilegal bajo condición, artículo 481.1 del Código Penal de 1973. Una mayoría de siete votó a favor y cuatro en contra. En cambio, ése mismo día se rechazó la existencia del delito de pertenencia a banda armada.

La determinación de este punto era fundamental. Porque el secuestro sin condición permitía considerar el delito prescrito a los 10 años, mientras la condición alargaba el periodo de prescripción a 15 años.

Los magistrados volvieron a reunirse el jueves 15 y, mientras el ponente precisaba los hechos probados y su relato, el lunes 20 para seguir analizando los hechos. Finalmente, el martes 21 quedaba el último delito por definir: malversación de fondos públicos.

La votación, según fuentes judiciales, resultó ser diferente a la del día 14. La mayoría perdió el voto de José Antonio Marañón, quien se unió de hecho a los cuatro magistrados de la minoría. Sobre malversación, pues, la votación fue de seis votos favorables a la condena y cinco en contra de ella.

La actitud de Marañón, según las fuentes consultadas, estaría en línea con la actitud que mantuvo en 1991 como integrante del tribunal que condenó a Amedo y Domínguez por los atentados del GAL en el País Vasco francés a 108 años de cárcel cada uno. Marañón apoyó entonces la exculpación de ambos por el delito de malversación de caudales públicos y respetó la doctrina del secreto oficial sobre los fondos reservados.