Los alumnos de la Escola animaron la desencajonada

En la plaza de toros de Valencia se vivió el lunes la tradicional velada nocturna de la desencajonada de los toros a lidiar en las corridas de los días 23 al 25.Previamente, José Casanova y Fernando López, alumnos de la Escola Taurina de Valencia, lidiaron un par de erales de María Luisa Domínguez Pérez de Vargas, que dieron buen juego. Casanova se lució en un par de bellas verónicas, muy aplaudidas por el público, que llenaba por completo el coso. Ambos alumnos pusieron banderillas al alimón. Casanova pareó con más acierto al novillete, mientras que López, aceleradísimo, clavó siempre a toro pasado y a veces más cerca del rabo que del morrillo. Casanova se mostró más completo con la muleta, pero falló con la espada. Dio una vuelta al ruedo.

Fernando López, bullidor y un auténtico manojo de nervios, recibió toda una paliza del eral que le tocó en suerte. Aun así, estuvo valeroso y conectó con un público que estaba allí por ver los toros que aguardaban en sus cajones. Como el chaval cazara, por suerte para él, al pedrajita de un bajonazo que fue fulminante, el magnánimo presidente le concedió la dos orejas.

Luego, tras la exhibición de los alumnos, se inició la desencajonada de los toros de las corridas de feria que han mandado los ganaderos Manolo González y González Sánchez Dalp, Javier Pérez Tabernero, El Torero y Victorino Martín. Los astados presentados, en líneas generales, no eran de grn tamaño ni lucían grandes cornamentas. Las mayores exclamaciones de admiración fueron para los toros salmantinos de Javier Pérez Tabernero, que también lucieron las pintas más llamativas, con predominio de coloraos. Desiguales de presencia fueron los encierros de Manolo González y los de El Torero. Y los más esperados, los de Victorino Martín, decepcionaron por su escasa cabeza y cornamenta.