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Yeltsin adopta medidas para que Rusia consiga el crédito del FMI

El líder ruso, Borís Yeltsin, que se encuentra de vacaciones en Carelia, tomó ayer una serie de medidas dirigidas a demostrar al Fondo Monetario Internacional (FMI) que Rusia se merece el supercrédito prometido. La deuda externa es vital para poder superar la crisis por la que pasa la economía rusa, y por ello el presidente está estudiando la posibilidad de nombrar un viceprimer ministro que se encargue exclusivamente de ella.Yeltsin vetó dos leyes por las que se disminuían los impuestos sobre el petróleo y la renta de las empresas y organizaciones. Ambos documentos habían sido presentados por el Gobierno en el marco del programa anticrisis, junto con otras leyes que deberían compensar las pérdidas que se derivarían de estas rebajas, pero, como la Duma Estatal no aprobó todo el paquete, ahora el presidente se ha visto obligado a vetarlas. Al tiempo, Yeltsin promulgó un decreto por el que sube los impuestos sobre la tierra.

Las últimas medidas adoptadas por el Ejecutivo permitirán recaudar 1,16 billones de pesetas adicionales, lo que significa que, para cumplir el plan previsto, el Gobierno deberá encontrar la manera de conseguir otros 725.000 millones. Alexandr Livshits, el vicejefe de la Administración presidencial responsable de problemas económicos, afirmó ayer que Yeltsin promulgará durante sus vacaciones otros decretos con el fin de reunir el dinero necesario. Al mismo tiempo, dijo que el líder ruso está dispuesto a retirar el veto a las leyes mencionadas si el Parlamento aprueba todo el paquete anticrisis presentado por el Gobierno.

Gore, en Moscú

Las decisiones de Yeltsin llegan a tiempo para influir positivamente sobre el FMI, que hoy debe decidir en Washington si entrega ya el primer tramo del megacrédito de casi 3,4 billones de pesetas. Si el Consejo de Directores del FMI se pronuncia a favor, Rusia podría recibir en los próximo días 840.000 millones.Las vacaciones de Yeltsin seguramente le impedirán entrevistarse esta semana con el vicepresidente estadounidense, Al Gore, que llega en visita oficial a Moscú. En su lugar, Gore se reunirá con Serguéi Kiriyenko y podrá formarse una opinión personal del nuevo primer ministro. También se entrevistará con el predecesor de Kiriyenko, Víktor Chernomirdin, considerado uno de los principales pretendientes a suceder a Yeltsin en el Kremlin.

El regreso de Chernomirdin a la alta política ya es un hecho consumado: dentro de poco, el ex primer ministro será miembro de la Duma Estatal y asumirá la presidencia del grupo parlamentario Nuestra Casa es Rusia, que utilizará como trampolín de su campaña presidencial del 2000. No se descarta que cuente con el apoyo de Yeltsin: el presidente invitó al ex primer ministro a su residencia de campo la semana pasada. Los dos llegaron a hablar incluso de la necesidad de modificar la Constitución.

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