Una red de pedofilia difundía por Internet desde Holanda brutales abusos sexuales contra bebés
Holanda ha quedado conmocionada tras el reportaje difundido la noche del pasado miércoles en la televisión pública VARA, que reveló la existencia de una importante red de pedofilia que difundía brutales imágenes a través de Internet. Las fotografías, que mostraban aberrantes violaciones de niños, algunos de ellos casi bebés, eran tan sobrecogedoras que el canal -que asegura que tiene varias en su poder- ha renunciado a emitirlas.La policía holandesa confirmó ayer a última hora que dispone también de decenas de fotografías y que investigan desde hace meses la misma red junto a las autoridades alemanas y belgas.
Durante la emisión del prestigioso programa informativo Nova, apareció un psiquiatra holandés especializado en tratamiento de niños que ha tenido acceso a alguna de las fotografías, y aseguró: "No había visto en mi vida algo tan espantoso".
Miles de fotos
El material fue facilitado a la televisión por la Asociación Belga de Lucha contra la Pedofilia Morkhoven. Sus detectives privados se adentraron en la ciudad de Zandvoort (al noroeste de Amsterdam) en el domicilio de uno de los miembros de la red, G. Ulrich, recientemente asesinado en Roma. Y allí hallaron disquetes de ordenador con miles de fotografías de las violaciones de los menores.Según declaró el portavoz de la asociación, Marcel Vervloesem, muchos de los niños forzados tenían entre 12 y 15 meses, y se les administraban sedantes durante las sesiones.
"Las fotografías realizadas en varios lugares del planeta eran difundidas a través de Internet a clientes fijos que residen en diferentes países", explicó Vervloesem, quien aseguró que, sin ningún género de dudas, la red tiene ramificaciones internaciones en Estados Unidos, Rusia e Israel.
La organización criminal fue descubierta a raíz de las investigaciones que comenzó la asociación destinadas a buscar a un niño alemán de 12 años desaparecido en Berlín en 1993.
El muchacho, que nunca más apareció, fue visto por algunos testigos en la ciudad holandesa de Rotterdam en compañía de un ciudadano alemán sospechoso de explotar niños en un prostíbulo de la ciudad.
La policía rompió ayer el silencio que mantuvo tras la emisión del reportaje y confirmó que confiscó decenas de fotografías en la residencia de Ulrich tras ser alertados por sus familiares de su muerte y de la posibilidad de que estuviera implicado en pornografía infantil. Según los portavoces policiales el registró de su vivienda tuvo lugar en junio pasado.
La policía, que asegura estar en la pista de otros posibles implicados, realizó ayer tres registros en la zona sin ningún resultado.
La cadena que emitió la información narró que los niños apenas se movían durante las violaciones. "Se les tuvo que sedar, porque no parecen reaccionar a los brutales tratos a los que eran sometidos".
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