Traslado "madera a madera"

Será un traslado "madera a madera". Para mediados del próximo año, una empresa especializada se encargará de cambiar de ubicación un caserío situado junto al aeropuerto de Sondika, calificado como monumento por el Gobierno vasco. Las obras de ampliación del aeródromo hacen imposible mantener el actual emplazamiento. La historia tiene la culpa. El caserío Bengoetxe fue levantado a mediados del siglo XVI y su singularidad procede de su estructura interna: está construido sobre vigas de madera, de tal forma que se mantendría en pie si se derriba la fachada y todas las paredes laterales. "Es uno de los pocos que lo tiene", señalan en el departamento de Cultura del Gobierno vasco. La preservación del caserío será, por ello, parcial: se llevará todo el entramado de madera en piezas y la estructura de cemento y piedra se derribará "aunque el material se va a utilizar en la reconstrucción". La operación se asemejará a un rompecabezas gigantesco: primero se marcan las piezas de madera para que queden identificadas, se elige el modo de transporte en función del tamaño y peso y, tras el traslado, se vuelven a montar. La operación tiene un coste de cerca de 60 millones, asumidos por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), que gestiona el aeródromo de Sondika, según ha confirmado el director del aeropuerto vizcaíno Segismundo López. "La expropiación de los terrenos se realizará a finales de este año o principios del próximo. Para entonces sabremos ya dónde va a ir, cómo se hará el traslado". Tanto los responsables del aeropuerto como el departamento de Cultura coinciden en que los trabajos se podrán iniciar a mediados de 1999. Caserío de transición En estos últimos meses, el Ayuntamiento de Loiu -donde se ubica el caserío- y AENA han mantenido varios contactos para agilizar los trámites. "El Ayuntamiento nos tiene que proponer el lugar donde quiere que se emplace", añade Segismundo López. El Bengoetxe, que desde hace 12 años se utiliza como restaurante, está considerado como un caserío de transición a los actuales, construidos ya con estructuras de piedra. Sin embargo, estuvo a punto de demolerse por las obras de ampliación del aeropuerto, como sucederá con medio centenar de caseríos del valle vizcaíno del Txorierri. La declaración como bien cultural, a principios de este año, ha evitado su desaparición. No es el único caso. El departamento de Cultura está trabajando también con un caserío de características similares en San Sebastián, el Katxola. Otras obras, las del Parque Tecnológico de Miramón, obligarán a cambiar su emplazamiento, "aunque se mantendrá cerca de la carretera que conecta San Sebastián y Hernani, en una ubicación cercana". Tampoco es la primera vez que se traslada de lugar un bien cultural. Las torres Arbide, en San Sebastián, se llevaron desde el Paseo de los Fueros de la capital guipuzcoana a Miramón. "Se hizo por iniciativa de los propietarios, la Kutxa, a pesar de que no estaba declarado como monumento", añaden en Cultura.