La UE 'suspende' en calidad a las zonas de baño de Estremera y Colmenar
La Unión Europea realizó en 1997 un examen a la calidad de las aguas de baño de la región y éstas, en conjunto, tuvieron un aprobado raspado. El informe de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, donde se analizan los siete lugares más concurridos para darse un chapuzón, indica que en sólo dos de ellos la calidad de las aguas es "buena". Ambos están en el pantano de San Juan, que baña San Martín de Valdeiglesias. El Tajo, a su paso por Estremera, y el Manzanares, en Colmenar, suspenden.
El informe Calidad de las aguas de baño, elaborado por la Comisión Europea, no deja en buen lugar los rincones fluviales donde los madrileños se refrescan cada verano. El estudio - el octavo que publica la Unión Europea desde 1990- señala que, de los siete lugares analizados, sólo dos cuentan con aguas de calidad "buena", tres alcanzan una "calidad aceptable" y dos de ellos "pueden considerarse de calidad insuficiente". Bien es cierto que en ninguno de los siete análisis efectuados se han obtenido resultados tan negativos que obliguen a cerrar estas playas fluviales.El pantano de San Juan, donde se efectuaron análisis en dos puntos distintos, ha logrado los mejores resultados. Los dos puntos estudiados obtuvieron la máxima calificación de la Unión Europea: "Buena calidad". Y es que las aguas del río Alberche, represadas en este embalse del suroeste de la región, se ajustan a "los valores fisicoquímicos y microbiológicos más estrictos".
Gasolina sin plomo
El alcalde de San Martín de Valdeiglesias, José Luis García, del PSOE, municipio bañado por la presa de San Juan, cree que los buenos resultados obtenidos se deben "a que los alrededores del pantano están ordenados, no existen apenas vertidos ilegales y las barcas que cruzan el embalse utilizan gasolina sin plomo".Se da la circunstancia de que en 1996 esta misma zona obtuvo unos resultados muy distintos: "Calidad de las aguas insuficiente". El pantano no se había recuperado en aquel año de la sequía que aquejó al centro peninsular desde principios de los noventa. La falta de lluvias redujo la cota del embalse hasta límites desconocidos y aumentó, por tanto, la concentración de elementos contaminantes.
En el punto opuesto a San Juan se sitúan las playas de Colmenar Viejo y Estremera. En el primero de los casos, las aguas del Manzanares son de calidad "insuficiente". Estos malos resultados se mantienen por segundo año consecutivo.
Las playas del río Tajo en el término municipal de Estremera no logran mejores notas. Sus aguas tampoco son consideradas aceptables por la Comisión Europea porque los análisis han demostrado que superan los valores permitidos en contaminación microbiológica y fisicoquímica.
La playa de Aldea del Fresno (río Alberche), donde cada fin de semana se refrescan más de 3.000 bañistas, obtiene una "calidad aceptable". Estos arenales fluviales, en los últimos ocho años, han logrado resultados muy dispares. Han pasado de ser "una zona no conforme para el baño" (1993) a tener una calidad "insuficiente" (1995) o ser "aceptables" (1996 y 1997).
El alcalde de Aldea, José Luis Narros, del PP, señaló ayer que las aguas de la playa local "nunca pueden ser perfectas". "Está claro que sólo en zonas de muy alta montaña el agua es completamente cristalina. Por eso estamos contentos con la calificación que nos ha dado la Comisión Europea. Hay que tener en cuenta que por aquí pasan miles de visitantes cada fin de semana", indica el regidor.
En Rascafría, en pleno parque regional de Peñalara, las aguas no son tan límpidas como puede pensarse. Los resultados de la Comisión Europea las califican únicamente de "aceptables". El río Lozoya, que es represado a su paso por este término municipal, también fluctúa bastante a la hora de obtener calificaciones. En 1994 sus aguas fueron de "buena calidad"; en 1995 ni siquiera eran recomendables, y en 1997 ya eran "aceptables". Por su parte, las aguas de la Pedriza,bañadas por el Manzanares, son aptas para el baño, según el informe de la Comisión Europea.
Este organismo recuerda que para "infectarse de agentes patógenos hay que tragar agua". Añade que "todo el mundo puede contaminarse, pero las personas más vulnerables son los niños de corta edad, las personas mayores o las ya debilitadas por una enfermedad".
Este tipo de infecciones no son mortales, pero van asociadas a problemas "gastrointestinales, irritaciones de ojos, de oídos, de vías respiratorias o de la piel".
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