La guerrilla del ELN y el Consejo Nacional de Paz de Colombia abren un diálogo secreto en Maguncia

En un lugar de Renania, cercano a la ciudad alemana de Maguncia y mantenido en secreto, comenzó ayer a mediodía otra ronda de conversaciones entre representantes del segundo grupo guerrillero colombiano, el autodenominado Ejército de Liberación Nacional (ELN) y delegados del Consejo Nacional de Paz, organismo convocado por el Parlamento de Colombia, que agrupa a empresarios, intelectuales y sindicalistas del país suramericano.

Según fuentes de la Conferencia Episcopal alemana, los 42 participantes en las conversaciones mantendrán un diálogo a puerta cerrada hasta el miércoles, en busca de una base común que permita abrir la puerta a unas negociaciones de paz a partir del 7 de agosto, fecha en la que el presidente electo, Andrés Pastrana, asumirá la jefatura del Estado.El jefe de la delegación en Maguncia del ELN, Pablo Beltrán, declaró tras conocer el próximo viaje a Francia y España del futuro presidente colombiano, que de ninguna manera está previsto un encuentro del ELN con Andrés Pastrana en Europa. Descartó así la posibilidad de una reunión similar a la realizada por Andrés Pastrana con el líder del movimiento guerrillero más importante de Colombia, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Manuel Marulanda, Tirofijo.

Después de este encuentro, calificado de histórico por todos los estamentos de la sociedad colombiana, hastiada de sufrir tanta violencia durante décadas, las esperanzas están depositadas ahora en Maguncia, sede de la Conferencia Episcopal alemana, cuyo presidente, Karl Lehmann, aceptó la solicitud de mediación hecha por la Iglesia colombiana, y de presidir la mesa de conversaciones.

En medio de la sobriedad y el hermetismo que rodea este encuentro, el sociólogo colombiano Alfredo Molano, miembro del Consejo de Paz, advirtió contra todo exceso de euforia en esta segunda ronda del diálogo. Según sus palabras, en algunos estamentos de la sociedad colombiana hay aún una gran resistencia contra las reformas del sistema político y de las Fuerzas Armadas. A su vez, el ex guerrillero y defensor de los derechos cívicos León Valencia declaró en Bonn, antes de partir hacia el lugar secreto previsto para las conversaciones, que en esta fase se centrarán en el establecimiento de las bases para llegar a un acuerdo humanitario. Si se logra, agregó, la mitad del problema estará resuelto, lo cual constituirá un paso importante hacia un amplio y firme acuerdo de paz.

En ese acuerdo humanitario deben incluirse los problemas del reclutamiento de niños, la utilización de minas antipersona, el secuestro, los atentados a oleoductos y la integración de los guerrilleros en la sociedad civil.

Tanto los delegados del Consejo Nacional de Paz como los representantes del ELN y los dignatarios de las Conferencias Episcopales de Alemania y Colombia resaltan que estas conversaciones no tienen carácter oficial y que constituyen, ante todo, un sondeo sobre la disposición general para la paz. Así se explica la ausencia en Maguncia de representantes del actual Gobierno y del presidente electo colombiano.

Aunque el ministro colombiano del Medio Ambiente, Eduardo Vernano, se encuentra en Maguncia, no fue invitado al lugar del encuentro.