_
_
_
_

Un desertor denuncia en Líbano una red de espionaje a favor de Israel

Los servicios secretos militares israelíes acaban de recibir un nuevo golpe a su prestigio. Las confesiones de un desertor, un alto responsable de su guerrilla aliada al Ejército del Sur de Líbano (ESL), han permitido a las autoridades de Beirut desarticular una red de 77 agentes, que trabajaba desde el interior del país en favor de Israel, transmitiendo vía Atenas información militar confidencial, en especial relativa al movimiento de tropas sirias, libanesas o de la guerrilla integrista Hezbolá.

Raja Ward de 37 años de edad, el número dos de los servicios de espionaje del ESL -una fuerza militar aliada a Israel- se ha convertido desde hace dos semanas en uno de los colaboradores más importantes de los agentes secretos de Beirut y Damasco, tras haberse entregado al enemigo en un punto no identificado al norte de lo que Israel denomina zona de seguridad, una franja de territorio libanés ocupada por el Ejército israelí.Sus informaciones han puesto al descubierto una importante red de espías que trababajaban para la División 504, un departamento del Ejército israelí especializado en lograr información de los Estados vecinos -Jordania, Siria, Egipto y Líbano-, utilizando para ello nacionales de los propios países y a quienes en determinadas ocasiones usa también como elementos de agitación o desestabilización en el interior de sus naciones.

La División 504, que años atrás recibió ya un duro golpe cuando uno de sus principales agentes -el judío Eli Cohen- fue descubierto por los servicios secretos sirios y ahorcado en la ciudad de Damasco, acaba de sufrir con esta operación uno de los descalabros más importantes de su historia, echando por tierra más de tres años de trabajo, y rivalizando al mismo tiempo en ineficacia y vulnerabilidad con el aparato de sus compañeros del Mosad (los servicios secretos internos), tras los fiascos registrados recientemente por éstos en Jordania y Suiza.

Los servicios de seguridad libaneses y sirios, basándose en las informaciones facilitadas por Raja Ward -el oficial de origen druso que desde hace años colaboraba y militaba en la guerrilla que lidera Antoine Lahad en el sur de Líbano- han efectuado en los últimos días una serie de detenciones entre los miembros de la red de espionaje, logrando el arresto de 17 de los 77 miembros censados, la mayoría de los cuales son vecinos de la región de la Bekaa, al este de Líbano.

Dinero, drogas y armas

Algunos de los agentes proisraelíes arrestados en Líbano han coincidido en confesar que trabajaron al menos en la elaboración de 11 informes secretos, que, redactados con tinta invisible, hicieron llegar al Gobierno israelí a través de un buzón de Atenas y por los que recibieron 7.300 dólares (más de un millón de pesetas), aunque no se descarta otro tipo de pagos en especies, preferentemente en drogas o armas, según ex agentes israelíes.Los 17 agentes proisraelíes, que están siendo juzgados por un tribunal militar de Beirut, podrían ser condenados a pena de muerte por los supuestos delitos de "espionaje en favor del enemigo", lo que ha motivado la movilización de las organizaciones humanitarias dedicadas a la defensa de los derechos humanos, que han denunciado torturas y malos tratos a los detenidos.

"Éste es un asunto muy delicado. No haremos declaraciones. No estamos interesados en ayudar a los libaneses en este juego", han asegurado a la prensa portavoces de los servicios de seguridad israelíes, al tiempo que afirmaban que estas detenciones obedecían a un "problema interno" de Líbano.

La desarticulación de la red en ese país de la División 504 ha coincidido con otra noticia desalentadora para los servicios de seguridad israelí. Según informaciones publicadas por la prensa de Amán, las autoridades de Jordania han solicitado del Gobierno de Benjamín Netanyahu la extradición de un agente palestino del Mosad, Samir Bakr Asad, de 42 años, que había recibido de los servicios secretos israelíes la orden de reclutar a un oficial del Ejército jordano para que colaborara, entre otras operaciones, en el intento de asesinato del líder del movimiento integrista Hamás, Jaled Mesal.

[Por otra parte, la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, hizo ayer un llamamiento para desbloquear el proceso de paz, informa France Presse.]

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_