Los Rolling darán el martes en Málaga su primer concierto español

¡Pues sí, vienen por fin! A pesar de los comentarios maliciosos que pululan por Málaga ("¡Ésos no vienen, hombre, están estrosáos"!), los Rolling Stones aterrizarán allí el próximo martes hacia las dos de la tarde.Al menos eso fue lo que anunciaron ayer, solemnemente y en la Asociación de la Prensa de Madrid, los organizadores del concierto, que se celebrará el día 16 en el Puerto de la ciudad andaluza. Si la salud de los artistas o algún improbable asunto fiscal no lo impide, Málaga se convertirá así, a las 22.00 horas en la primera ciudad española que acoja la gira mundial Bridges to Babylon, tras las cancelaciones de los conciertos de Bilbao y Gijón el mes pasado. Están confirmados los conciertos en Vigo (día 18) y Barcelona (día 20).

Los promotores malagueños (el Patronato de Turismo de la Costa del Sol) esperan con ansiedad comprensible la llegada de la banda más famosa del planeta, y no sólo porque el montaje cueste 650 millones de pesetas, ni porque sólo se hayan vendido 30.000 de las 55.000 entradas disponibles; ni siquiera porque los Rolling desplacen un séquito de 250 personas, necesiten la protección de la Guardia Civil y la Policía Local durante tres días o traigan 45 camiones llenos de hierros para el montaje.

Felipe Paramio, gerente del patronato turístico, sabe que la presencia de Mick Jagger (voz), Keith Richards (guitarra), Charlie Watts (Batería) y Ronnie Wood (guitarra) más Darryl Jones (que sustituyó en 1993 a Bill Wyman en el bajo), ofrece magníficas posibilidades de promoción para la Costa del Sol, y está dispuesto a exprimirlas cuanto pueda. "Ya tenemos su palabra firmada de que nos dejarán pasearles todo lo que queramos. Bueno, casi todo", dijo Paramio, que confía en que el grupo acepte visitar Marbella la nuit y subirse en un globo aerostático.

Una cosa es segura: el grupo, sus amigos y familiares se alojarán en el Hotel Byblos, un 5 estrellas gran lujo (entre 55.700 y 165.000 pesetas la noche en suite) situado cerca de Mijas, con un campo de golf que ya está reservado para que Jagger y Richards puedan ejercitar su pulso con el putt. Además, la banda ha pedido moqueta azul en los camerinos, agua mineral francesa, huevos de un tamaño determinado y coches con lunas tintadas.

Las cifras de los entresijos del concierto marean: 350.000 watios de luz, 250.000 de sonido, 5 kilómetros de vallas de dos metros de alto para cercar el recinto en el paseo marítimo Antonio Machado, un puente hidráulico de 15 toneladas y 52 metros de largo... Como dice Jake Berry, el director de producción, "no existe nada más grande ni mejor que esto".