"Baroja nuestro" propone un viaje visual y literario por la obra del novelista

Los escritores Félix Maraña y José María Unsain proponen en el libro Baroja nuestro (editado por el Ayuntamiento de Bilbao) un viaje literario y visual por la vida y obra del más popular novelista vasco. La publicación nace a raíz de una exposición con la que quisieron difundir en 1996 la figura del autor de El árbol de la ciencia o La busca hace dos años. Pero en esta ocasión, el discurso apunta más alto, va más allá de las fotografías o manuscritos que entonces resumieron su obra.

La publicación, escrita en euskera y catellano, sirve al mismo propósito con que se organizó la exposición en el Koldo Mitxelena (KM) de San Sebastián hace dos años; tiene "un discurso eminentemente pedagógico", según Félix Maraña, con el que se pretende acercar al gran público a una de las figuras clave de la literatura vasca y castellana. A los cuadros, manuscritos, fotografías, dibujos o portadas de libros que nutrieron entonces la muestra, hay que sumar ahora un fondo literario que complementa la obra gráfica. Maraña presenta en esta obra al Poeta humilde del País del Bidasoa; aborda su biografía y un breve currículum del autor de Las inquietudes de Shanti Andía, se detiene en su condición de individualista y naturalista y se explaya en las aspiraciónes éticas que el autor reiteró a lo largo de toda su vida. De hecho, entre las citas que recoge Baroja nuestro, aparece una reflexión del autor, en la que asegura: "Siento, creo que espontáneamente, una fuerte aspiración ética". Otro de los pensamientos que dejó escritos resaltan el valor que tuvo para él la bondad. "Realmente, no sé si con justicia o no, a mí no me admira el ingenio, porque se ve que hay muchos hombres ingeniosos en el mundo. Tampoco me asombra que haya gente con memoria, por grande y portentosa que sea, ni que haya calculadores; lo que más me asombra es la bondad, y esto lo digo sin el menor asomo de hipocresía". El libro se convierte así en un retrato de la personalidad del autor, pero también ofrece una visión histórica del tiempo en el que vivió, se detiene en un repaso a la generación del 98 e incluye textos sobre Baroja de contemporáneos suyos como Marañón, Unamuno, Machado y Ortega y Gasset. Pero los testimonios más cercanos los ofrece en esta publicación su sobrino, Julio Caro Baroja, el historiador y antropólogo fallecido en 1995. Baroja nuestro aborda la vinculación del escritor de Zalacain el aventurero y Vidas sombrías con Euskadi. "Sin la relación con el País Vasco no se puede explicar la obra de Pío Baroja, tan íntimamente ligada a él", dijo ayer Maraña. Y si no se llega por Baroja y otros autores como él, se conoce menos el País Vasco", concluyó. En este libro, que incluye un total de 425 referencias gráficas -muchas más de las que se expusieron en la muestra que acabó convirtiéndose en itinerante- hay, en palabras de uno de los autores, "un discurso de afecto al país y a un autor" y una invitación a conocer de cerca la riqueza de la vida y obra de Baroja. Esta empresa ha logrado recabar el apoyo del KM, la Diputación de Guipúzcoa, el Ayuntamiento de Bilbao y la UPV, que quiere crear, según Maraña, una cátedra sobre el autor.