Un atraco fue el móvil del doble crimen del hotel Reyes Católicos
Un atraco fue el detonante del doble crimen del hotel Reyes Católicos. El asalto, siempre según fuentes cercanas al caso, fue cometido por Fernando Alberto R.V., de 30 años, detenido el sábado en Castilblanco (Badajoz). Este hombre, toxicómano, estaba alojado en el hotel o entró porque conocía al recepcionista. En pleno robo, llegó una pareja para pedir habitación. Fernando se encontró con ellos. Empezó la sangría. Al huir, el criminal dejó dos muertos a sus espaldas y a una mujer malherida.
El salvaje crimen acabó con la vida del recepcionista, Rubén Darío Vallina, de 20 años, y con la de Juan Ignacio Arranz, de 37. Ambos fueron maniatados, amordazados y tiroteados al pie de una escalera. Margarita Vázquez, acompañante de Juan Ignacio, fue acuchillada en el cuello. Pudo salvarse porque el criminal la dio por muerta. Ella, según su testimonio, fue la primera en ser atacada.Margarita y Juan Ignacio habían acudido a pasar la noche al hotel, un establecimiento de tres estrellas situado en la calle del Ángel (Centro). Eran las cinco de la madrugada del jueves cuando entraron. No vieron al recepcionista. Tras esperar unos minutos, cuando ya estaban a punto de marcharse, apareció el agresor. "Esto es un atraco", gritó.
En ese momento, el criminal, según fuentes cercanas al caso, ya estaba posiblemente robando en el hotel, al que había entrado gracias a que conocía al recepcionista o a que estaba alojado en él. "Quizá incluso ya había matado a Rubén Darío y por eso reaccionó con tanta violencia", señaló una fuente del caso. La pareja no opuso resistencia. Pero el atracador decidió acabar con ellos. Luego, sin botín, huyó. La policía, anoche, aún mantenía abierta la hipótesis de que en el doble crimen hubiese intervenido una segunda persona. La relación entre el recepcionista y el sospechoso no fue aclarada. "Aún se investiga", señaló una fuente policial, que mantuvo abierta la posibilidad de otros móviles.
El principal sospechoso, Fernando Alberto R.U., natural de la localidad asturiana de Sama de Langreo, ingresó ayer en la prisión de Badajoz. En el mismo centro penitenciario fue encarcelada Olivia Aceituno, natural de Castilblanco (Badajoz) y vecina de Madrid, que se encontraba en compañía del presunto homicida en el momento de su detención.
La pareja fue localizada el sábado en Castilblanco (1.460 habitantes), una localidad situada en la comarca de la Siberia extremeña, hasta donde la pareja se había trasladado para visitar a los padres de la chica. Una fuente policial señaló que el hombre se opuso violentamente a ser detenido. En la detención participaron dos inspectores del grupo de homicidios de la Brigada de Policía Judicial de Madrid y cinco agentes de la comisaría de Alcalá de Henares.
En Castilblanco reinaba ayer el desconcierto por la detención de Olivia. Los vecinos negaban que la chica, hija de unos guardeses, hubiese intervenido en el crimen de la calle del Ángel. Muchos paisanos la recordaban como una "buena persona, católica practicante". Algunos vecinos incluso recordaban su participación hace apenas un año en un cursillo de cristiandad en el monasterio de Guadalupe.
"Olivia se fue a servir hace unos tres años a Madrid. Ahora dicen que cuidaba niños. Desde que se fue no está físicamente bien", recordó una conocida de la familia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.