Arafat dice que los palestinos lucharán por Jerusalén "a vida o muerte"

Los palestinos nunca abandonarán el este de Jerusalén y defenderán su presencia "a vida o muerte". El presidente de la Autoridad Palestina (AP), Yasir Arafat, rechazó ayer con estas enérgicas palabras las intenciones expansionistas del jefe del Gobierno israelí, Benjamín Netanyahu, sobre Jerusalén.

El Gobierno israelí ha aprobado un plan con el que pretende ampliar el perímetro de la Ciudad Santa, anexionándose territorios del oeste de la capital, pero también del este de la ciudad, pertenecientes a la comunidad árabe y al futuro Estado de Palestina."El Gobierno israelí debiera saber que ninguno de nosotros puede abandonar Jerusalén. Para el pueblo palestino la batalla de Jerusalén es una cuestión de vida o muerte", afirmó ayer tajantemente el líder palestino ante los miembros de su Gobierno y del Consejo Consultivo reunidos conjuntamente en la ciudad cisjordana de Ramalá.

Las palabras de Arafat fueron acogidas por una salva de aplausos de los ministros y diputados palestinos, quienes habían acudido a la ciudad para examinar y debatir los planes urbanísticos y económicos de Netanyahu, con los que pretende fortalecer y ampliar la presencia judía en la ciudad de Jerusalén, sustrayendo la zona este de la ciudad del control de los palestinos.

"La dirección palestina no tiene más paciencia y nuestro pueblo está impaciente. No tenemos otra alternativa que defender Jerusalén con todos los medios disponibles", continuó Arafat, al tiempo que vaticinaba que no habrá paz ni seguridad ni estabilidad sin la recuperación de una Jerusalén liberada, la capital de un Estado palestino independiente, lo quieran ellos o no.

La Autoridad Palestina acordó en esta reunión solicitar una convocatoria urgente de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), la plataforma musulmana más importante del mundo, que preside interinamente el presidente iraní, Mohamed Jatamí, así como celebrar una sesión especial del Comité Al Qods -Jerusalén en árabe- que encabeza el rey Hassan II de Marruecos, y cuya misión es la de salvaguardar y defender la presencia musulmana en la ciudad.

El debate de los políticos palestinos sobre el futuro de Jerusalén se produjo al mismo tiempo que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se encuentra sumido en una discusión sobre los planes urbanísticos que para la ciudad aprobó hace dos semanas el Gobierno israelí.

La polémica internacional con respecto a Jerusalén no ha logrado apagar el estruendo del enfrentamiento, este interno, entre el presidente de la Repúbica, Ezer Weizman, y el primer ministro Netanyahu sobre la actitud de Israel en el proceso de paz.

La discusión iniciada por el presidente Weizman, que pidió elecciones anticipadas como solución para desbloquear el proceso de paz, ha sido contestada por Netanyahu, que ha acusado al presidente de la República de poco menos que de traición a la nación y de ponerse al lado de los árabes y del presidente Yasir Arafat.

Ayer, Weizman y Netanyahu se sentaron cara a cara durante una hora, para tratar de ponerse de acuerdo y dejarse de enfrentar en público. La reunión finalizó con un comunicado en el que se auguran nuevas discrepancias y discusiones, pero en el que se afirma que estas discusiones se efectuarán en privado.