La UE ayuda a Cuba con su inclusión en el grupo de países pobres con ventajas comerciales

Tras dos años de frialdad y asperezas, la Unión Europea (UE) realizó ayer su primer gesto claramente amistoso hacia la Cuba de Fidel Castro al ofrecerle el estatuto de observador en las negociaciones para el nuevo Convenio de Lomé. Este convenio agrupa a los 71 países poco desarrollados de la zona ACP (África, Caribe y Pacífico), asociados a la UE, que les concede ventajas arancelarias y cooperación económica.

Fue España la que lanzó la propuesta, con lo que reequilibra su anterior dureza contra La Habana e incrementa la influencia hispana en el club ACP, siempre muy débil. Alemania se resistió hasta el último momento. Temía que el Congreso de EEUU tomase a mal la iniciativa.

Los Quince se pusieron también de acuerdo sobre sus ofertas para el nuevo convenio, que debe regir desde el año 2000. Concedieron que los países más pobres podrán exportar con arancel cero desde el 2005. Aseguraron que los países intermedios (que no estén en ese subgrupo, pero tampoco sean capaces de acceder a una verdadera zona de libre comercio) gozarán de las mismas ventajas actuales. Y se comprometieron a reexaminar los protocolos especiales sobre el comercio de azúcar, vacuno y plátanos.

El estatuto de observador no otorga derecho a entrar en el grupo ACP. Éste dependerá, si Cuba pide el ingreso, de que haga progresos sustanciales en materia de derechos humanos. Los Quince pidieron la urgente liberación de los cuatro disidentes miembros del grupo de trabajo sometidos a prisión.