Propuesta para instalar en Cañada una planta para destruir basura
El término municipal de La Cañada, localidad de apenas mil habitantes en el Alt Vinalopó, es el lugar escogido por un grupo de empresas para ubicar, o por lo menos estudiar la posibilidad de instalar allí, una planta de pirólisis de basuras. Este tipo de plantas se encuentran, junto a las de gasificación y a las polémicas incineradoras, entre las instalaciones destinadas a hacer una valorización energética de los residuos, es decir, a deshacerse de las basuras obteniendo energía eléctrica tras aprovechar su poder energético mediante la combustión. En la pirólisis el método utilizado consiste en una descomposición de los compuestos orgánicos a bajas temperaturas (menos de 500 grados centígrados) y en ausencia total de oxígeno. Diversas organizaciones sociales, vecinales y ecologistas ya han manifestado su oposición al proyecto y han pedido al consistorio de Cañada que no acepte el proyecto. Según reconoció el alcalde, Juan Molina Beneito, del PP, a mediados del pasado mes de abril recibió al representante de varias empresas que presentó un escrito en el registro del Ayuntamiento en el que comunicaba que estaban estudiando la viabilidad de construir en el municipio una planta de pirólisis. Según el alcalde, el interesado expuso el proyecto, que dijo estar dotado de una moderna tecnología ensayada en Estados Unidos, e incluso propuso a los responsables municipales hacer una visita a una planta piloto, previsiblemente la instalada en Vitoria. Molina Beneito, sin embargo, se opuso a facilitar el nombre del representante ni el de la empresas interesadas. Sustancias tóxicas Mientras, un nutrido grupo de asociaciones ha firmado un manifiesto en el que critica el método de tratamiento de residuos escogido, porque: "No es el proceso limpio que nos quieren hacer creer las empresas de ingeniería que la promueven". Y lo explican: "Comporta procesos de combustión del gas obtenido en el proceso (que contiene hidrocarburos aromáticos y cloro) y la posibilidad de creación de dioxinas y furanos, sustancias extremadamente tóxicas (70.000 veces más que el cianuro)". También argumentan, basándose en informes de Greenpeace y de la Coodinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental (CODA), que el residuo carbonoso resultante de la pirólisis contendrá metales pesados como mercurio, cadmio, cinc y plomo. Además, explican que las cenizas producidas en el proceso tendrán que ser tratadas como residuos tóxicos y peligrosos (en toda la Comunidad Valenciana no hay ningún vertedero operativo para acoger estos residuos). Precisamente ayer, un experto en el tema, Germán Rodríguez, jefe de la sección de residuos del Consell Metropolità de L"Horta (CMH), explicó en el transcurso de un curso sobre Tratamiento integral de residuos, organizado por la Diputación de Valencia, que las plantas de pirólisis aún están en fase de experimentación y que sólo hay plantas piloto. Dijo que hay empresas con patentes pero que todavía no cuentan con el suficiente respaldo de las administraciones.
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