Holbrooke dice que la guerrilla de Kosovo debe estar en la negociación
El recién nombrado embajador de EEUU ante Naciones Unidas, Richard Holbrooke, admitió ayer que su país sostuvo el viernes un encuentro oficial, "en algún lugar de Europa", posiblemente Albania, con los jefes del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), guerrilla independentista que Belgrado califica de mero grupo de "terroristas". Holbrooke está convencido de que el ELK tiene un "papel legítimo" en las negociaciones.
El embajador estadounidense eligió un día delicado para realizar este anuncio. Era la jornada en la que los nacionalistas serbios conmemoraban su derrota de Kosovo Polje (cerca de Pristina), donde las tropas del príncipe Lázaro fueron derrotadas por las del sultán Murat I en 1389. Hace nueve años, Slobodan Milosevic reunió aquí a un millón de serbios. Era la víspera de las cruentas guerras de Croacia y Bosnia-Herzegovina. Ayer, apenas acudieron unos centenares. "¿Quién tiene tiempo para los símbolos en medio de una guerra?", dice Dejan.El obispo ortodoxo Artenije, de Raska y Prizren, aseguró que los actuales patriotas no debían estar tristes por su sucedido hace seis siglos: "Perdieron una batalla, pero lograron la victoria moral". En medio de un fuerte olor a incienso, una compañía de soldados yugoslavos disparó varias salvas y una banda de música tocaba la marcha de Beethoven.
No lejos se distinguen los lindes de la mina de carbón de Belecevac. La semana pasada cayó en manos del ELK.
Dar legitimidad
La actitud de EEUU, al dar legitimidad al ELK con sus conversaciones oficiales, ha irritado sobremanera a los líderes serbios. Holbrooke, que fue el arquitecto de los acuerdos de Dayton que acabaron con la guerra de Bosnia en 1995, justifica los encuentros del viernes de su número dos, Robert Gelbard, en la necesidad de saber quién manda en el ELK. "Estos contactos fueron diseñados para saber si los interlocutores [del ELK] controlan a la gente que tiene las armas. (...) Si es así, y pueden ejercer una influencia en la lucha que se está produciendo, esperamos que pueda detenerse. Entonces ellos tendrían un papel legítimo en este proceso".Las conversaciones con los jefes del ELK "en algún lugar de Europa", a los que Richard Holbrooke no quiso identificar, cuentan con el consentimiento de Ibrahim Rugova, el líder moderado kosovar. "Mantenemos nuestro apoyo a Rugova, el único líder de peso que apuesta por una solución no violenta".
Holbrooke se reunión el miércoles con algunos mandos intremedios del ELK en Kosovo. Allí descubrió que uno de los problemas más serios es la ausencia de un mando unificado. El trabajo de su número dos el viernes fue encontrar el interlocutor adecuado. Ahora queda esperar el resultado de esas conversaciones.
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