"Los jóvenes tenemos ideas, pero no queremos arriesgarnos"
Todo comenzó rellenando un cupón en el Salón Internacional del Estudiante. Y la idea que escribió en él terminó siendo la agraciada. Bárbara Perea, una joven de 22 años estudiante de tercero de Psicología, acaba de ganar el concurso a la mejor iniciativa empresarial, que promueve el Instituto Andaluz de Fomento. No fue la única que tentó la suerte. Casi 500 jóvenes se exprimieron el cerebro en busca de una idea tan original como viable. El de Perea dio con la correcta: atención psicológica por Internet. Pregunta. ¿Por qué cree que ganó su idea? Respuesta. Es difícil decirlo. Había muchas ideas y todas eran buenas. Creo que lo decisivo ha sido que pensé en utilizar Internet, una tecnología cuya aplicación a diferentes servicios va en aumento. Y también porque la psicología está en pleno auge y se está viendo que tiene cabida en casi todos los campos. P. ¿Cómo se le ocurrió el proyecto? R. Quería aplicar la psicología a un campo no tradicional, que no fuese el gabinete, el colegio o la empresa. Y, por otra parte, pensé que había que explotar Internet, un medio al que cada vez se conecta más gente. P. ¿Qué ventaja puede tener Internet a la hora de tratar a un paciente? R. Las personas piden cada vez más que los servicios sean a domicilio. La gente no tiene tiempo para acudir semanalmente a un gabinete. A través de Internet, el seguimiento podría ser más cercano. Por otra parte, si el paciente no está cara a cara con su terapeuta se siente más libre para contar sus problemas. P. ¿Y desventajas? R. Las obvias: Internet es un medio muy frío y, al igual que con el teléfono, no existe tanto acercamiento entre el terapeuta y el paciente, que es muchas veces lo que le hace falta. También se pierde la comunicación no verbal, como los gestos o la entonación. P. ¿Desde qué enfoque se imagina más fácil la atención por Internet? R. Desde el psicoanalítico desde luego no. Quizás desde el cognitivo conductual, que se aplica a problemas más concretos. Por ejemplo, una persona que quiere adelgazar tiene que llevar su registro de conductas alimentarias. En vez de acudir al gabinete para llevarlo lo puede mandar por Internet. P. Además de psicóloga, ¿se ve como empresaria? R. Hasta ahora no, la verdad. Las ideas, las tienes, pero luego como hay tan pocas ayudas y subvenciones... Lo que esperas cuando terminas la carrera es hacer oposiciones o especializarte en algo, pero nunca se te pasa por la cabeza que puedas salir adelante tú sola. P. ¿Y ahora? R. Ahora al menos voy a tener la oportunidad de saber si mi idea es económicamente viable a través de la Asociación de Jóvenes Empresarios. A los jóvenes no nos faltan las ideas, pero no queremos arriesgarnos a ponerlas en práctica y buscamos un trabajo seguro.
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