La mayoría de las grandes depuradoras en las zonas sensibles incumplirán las leyes de vertidos

La mayor parte de las grandes depuradoras de aguas residuales que vierten o verterán en los 16 enclaves catalogados como zonas sensibles incumplirán en enero de 1999 las estrictas exigencias de calidad previstas en la normativa para estos espacios, según Els Verds. Y varias de las plantas previstas llegarán tarde. Una directiva europea sobre tratamiento de aguas residuales obliga a que, en las zonas sensibles (el Gobierno, asesorado por las autonomías, está obligado a listarlas), los vertidos que excedan un volumen tendrán que tener tratamiento para eliminar fósforo y nitratos.

Son muy pocas las depuradoras que cumplirán este requisito a tiempo. Algunas de las construidas no lo hacen ahora, ni lo harán en 1999 ni está prevista su adecuación; otras contarán con tratamiento terciario pero entrarán en funcionamiento más tarde del 1 de enero próximo (algunas con más de un año de retraso). Pero, según Els Verds, lo peor es que incluso está prevista la construcción de plantas depuradoras, también conocidas como EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales), que no tienen en cuenta las exigencias de la normativa europea. Según obliga un real decreto aprobado por el Gobierno en diciembre de 1995 sobre el tratamiento de las aguas residuales, todas las comunidades autónomas han de respetar ciertos criterios de calidad de vertidos en las zonas sensibles catalogadas por el Gobierno en el Plan Nacional de Saneamiento y Depuración de Aguas Residuales (aprobado por el Consejo de Ministros el 17 de febrero de 1995). En concreto puntualiza que "las aglomeraciones urbanas que cuenten con más de 10.000 habitantes-equivalentes y viertan las aguas residuales urbanas en zonas sensibles deberán disponer, antes del 1 de enero de 1999, de instalaciones adecuadas para que dichas aguas sean sometidas, antes de su vertido, a un tratamiento más riguroso que el tratamiento secundario". Según Els Verds, mejor que secundario sólo lo dan los tratamientos que reducen la presencia de fósforo y nitrógeno del agua tratada. Y efectivamente, muchas de las grandes depuradoras previstas tanto por el Ministerio de Medio Ambiente como por la Consejería de Obras Públicas (las diputaciones hacen plantas más pequeñas para atender necesidades de núcleos urbanos menos populosos) prevén estos dos tipos de tratamiento. El listado de zonas seleccionado, según los datos de la consejería, incluye 16 enclaves entre embalses (usados para el abastecimiento o ya deteriorados), zonas de alto valor ecológico y franjas litorales que reciben grandes aportes de nutrientes. Embalses y zonas litorales Entre los embalses para abastecimiento se incluyen el de Amadorio, Guadalest y Tous. El de Tibi también se considera sensible al ser un embalse catalogado como eutrofizado (con gran cantidad de nutrientes en el agua, esencialmente nitrógeno y fósforo, lo que provoca un crecimiento acelerado de las algas y una pérdida del óxigeno disuelto y de la vida acuática). El listado incluye siete humedales: el marjal de Cabanes, el de Pego-Oliva, L"Albufera, las salinas de Santa Pola, el Fondo de Elche, las lagunas de La Mata y Torrevieja, y el río Bergantes a su paso por la Comunidad Valenciana. En cuanto a las zonas litorales, el Gobierno ha descrito cinco: la zona de Oropesa-Benicàssim y Castellón; la bahía de Cullera; la zona del cabo de San Antonio, Dénia y Xàbia; el Peñón de Ifach-Calpe, y la bahía de Benidorm. Contrastando estas zonas con los datos disponibles, se ve que casi ninguna de las plantas construidas cumple la legislación. Según José Juan Sanchís, portavoz de Els Verds, destacan grandes núcleos urbanos que vierten a zonas litorales sensibles, como Benicàssim, Cullera, Denia, Xàbia, Calpe y Benidorm. Sin embargo, Els Verds tienen dudas con otros municipios por no conocer el punto de vertido o el límite exacto de la zona sensible. Sería el caso de Almassora, Sueca, Altea, Ibi, Quart, Torrent, Torrevieja, Orihuela y Vila-real.