El Renco vuelve a Las Ventas después de tres años de ausencia

En abril de 1995, Antonio Pérez El Renco debutó en Las Ventas. Una cornada reciente y la inexperiencia coronaron su presentación con un denso silencio. Desde entonces, una larga caminata por plazas de difícil memorización ha sido testigo de la recuperación del prestigio que entonces le llevó a Madrid. Hoy, vuelve escoltado por Gómez Escorial y El Cid. Los dos aparecen por tercera vez en el coso madrileño este año.

Será a las siete de la tarde frente a astados de Juan Antonio Ruiz Espartaco. En ese momento, el alicantino Antonio Pérez dará por concluida una larga penitencia por culpa de un mal cálculo. «Me precipité. Tenía mi primera cornada aún reciente, justo en la corrida anterior, y apenas cuatro novilladas desde mi debú. Pero las ganas de venir a Madrid pudieron con todo», dice. Ahora, El Renco, de 21 años, se muestra decidido a exorcizar el mal fario. Es más, sin ofrecer una oportunidad a la duda recita de carrerilla su contraoferta a aquello de parar, templar y mandar: «Decisión, ilusión y ganas». Hijo del rejoneador El Renco, del que hereda sobrenombre -«no se muy bien por qué. Ni él ni yo cojeamos», precisa-, lleva 16 festejos en lo que va de año. La temporada pasada la completó con 28. «De momento, lo único que me planteo es placearme y torear lo más posible. Para alternativas, ya habrá tiempo», afirma a la vez que arroja un último vistazo sobre aquella y aciaga presentación madrileña: «No quiero ni acordarme. De hecho, debuto mañana (por hoy)».Más amarrados a sus posibilidades se exhiben los compañeros de terna. El sevillano Manuel Jesús Cid Salas, de 24 años, comparece por tercera vez en lo que va de año ante la afición de Madrid. Un número que comparte con el madrileño Gómez Escorial, de 23 años. Al primero le tocó inaugurar la temporada en Las Ventas y viene de torear la última de las novilladas que se celebró en San Isidro.

«Estoy contento. En la última, corté una oreja. La gente estuvo en contra desde el principio porque el novillo se caía. Tuve que cuidarlo y no pude hacer el toreo profundo que hubiese deseado. Pero bueno, al final me hice con un trofeo de mucho mérito», recuerda El Cid.

A Escorial le tocó inaugurar el abono en la miniferia y el 11 de mayo, en plena feria, se batió con el viento en compañía de López Chaves y Alberto Ramírez. Ahora viene de triunfar en Francia. «La temporada se va entonando. Sin embargo, me hace falta repetir lo del septiembre pasado (salió por la puerta grande de Las Ventas) para que las cosas acaben de ir», dice. En sus planes, igual que en los de El Cid, una única idea: tomar la alternativa el año próximo.