Del trabajo al aula

"La gente debe aprender a gestionar su propio aprendizaje durante toda la vida", declaraba hace unas semanas a este periódico Ron Dearing, responsable del Informe sobre Educación Superior en el Reino Unido. El problema está en encontrar la manera de seguir estudiando cuando llega el momento de incorporarse al mundo laboral. Los expertos en formación insisten en la necesidad de que la gente asuma la responsabilidad de organizar su propio aprendizaje desde la adolescencia y continúe haciéndolo después. Algo parecido han hecho alrededor de 7.000 personas que han estudiado en los últimos cuatro años con los permisos individuales que concede a trabajadores de empresas privadas la Fundación para la Formación Continua (Forcem). Esta entidad gestiona los fondos públicos destinados a la formación de los trabajadores. En 1997, la mayor parte de estos permisos (2.058) se pidieron para estudiar licenciaturas, ingenierías y diplomaturas. Para hacer algún máster se solicitaron 225 y para estudiar idiomas 189. El perfil medio de las personas que solicitan permisos es: hombre, de entre 25 y 35 años, y con estudios de grado medio.Para conseguir un permiso, la iniciativa debe partir de los trabajadores. Éste es el proceso: el empleado comunica a su empresa que quiere seguir unos determinados estudios, la compañía debe dar su autorización, el trabajador solicita el permiso individual a Forcem y, si se le concede, la fundación compensa económicamente a la empresa. El máximo de horas que se financian es de 200, y el único requisito, que se estudie en un centro oficial y presencial.

Menos mujeres

El número de mujeres trabajadoras que solicitan y reciben este tipo de ayudas es tres veces menor que el de hombres. El pasado año las obtuvieron 2.279 hombres, frente a 780 mujeres. Sin embargo, en los cuatro años que llevan convocándose se ha observado un aumento del porcentaje de mujeres participantes, que ha pasado de un 25% a alrededor de un 30%. El porcentaje de trabajadoras en el mercado laboral privado ronda el 35%.Actualmente hay más de medio millón de españoles analfabetos o sin estudios trabajando, y casi dos millones y medio han cursado sólo enseñanza primaria. El número de personas que continúa estudiando mientras trabaja en empresas privadas es de 161.200, según datos del Instituto Nacional de Estadística referidos a 1996. Los dos pasados años, empleados de 1.470 empresas obtuvieron permisos individuales de formación de Forcem. Sin embargo, las cifras se dispara al contabilizar las empresas que recibieron algún tipo de ayuda de este organismo para planes de formación en general: el pasado año fueron 160.000, mientras que en 1995 eran 92.000.

Esta fundación ha invertido sólo en los permisos individuales de formación 1.800 millones de pesetas en 1997, mientras que el primer año que se convocaron, en 1995, se invirtieron 320 millones. En la convocatoria de permisos individuales del próximo curso se van a invertir 2.000 millones de pesetas. Estas ayudas se pueden solicitar desde la próxima semana hasta el 30 de septiembre. Francisco Moreno, vicepresidente de Forcem, explica el objetivo de estos permisos: "Son ayudas individuales que permiten al trabajador diseñar su propia formación para su desarrollo profesional o personal. Sin embargo, los planes de formación que organizan las propias empresas están pensados para cubrir las necesidades formativas del empleado en función de los intereses de la compañía".