Un niño asmático bien tratado no debe tener síntomas

Todos los expertos coinciden en que actualmente ningún niño de los países desarrollados puede morirse a causa del asma. Aunque, como señala Miguel Hinojosa Macías, presidente del Grupo de Asma de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, esta enfermedad inflamatoria de los bronquios, cuyos síntomas más comunes son tos, sensación de ahogo y sibilancias o pitidos al respirar, cuando no está debidamente controlada, interfiere notablemente en la calidad de vida."En estos casos", dice, "el asma es una importante causa de absentismo escolar. Asimismo puede provocar interrupciones en el sueño, por lo que se ven afectados el descanso nocturno y el rendimiento en el colegio, y mayor es aún la repercusión cuando el niño requiere ingreso hospitalario".

Según Hinojosa, la intervención precoz en el niño asmático contribuye a que la enfermedad se mantenga en estado leve y a que desaparezca espontáneamente en la edad adulta, como sucede en el 60-65% de los casos.

"De esta manera", agrega, "también evitamos que el asma provoque lesiones obstructivas irreversibles en los bronquios, que pueden condicionar una insuficiencia respiratoria grave en la edad adulta".

Sin embargo, como indica José Ramón Villa Asensi, jefe de Neumofisiología del hospital Niño Jesús de Madrid, es habitual el ingreso hospitalario de niños asmáticos por tratamientos inadecuados y por falta de un diagnóstico correcto. Este experto sostiene que un asma bien diagnosticada y tratada no tiene por qué dar síntomas, salvo casos excepcionales. "A esto es a lo que debemos tender siempre para que el niño pueda hacer una vida completamente normal en cuanto al colegio, los juegos, los deportes o los viajes.Cuando un niño asmático sigue teniendo crisis, hay que empezar a pensar que no está recibiendo el tratamiento correcto o que no lo cumple". La terapia habitual con broncodilatadores resulta difícil de administrar a los niños: "Requiere un aprendizaje, que no es sencillo, y nunca sabemos qué cantidad de medicación llega a los bronquios. Ahora disponemos de un nuevo tratamiento, que es una pastilla y cuyo efecto dura 24 horas", explica Villa Asensi.

Situaciones tan angustiosas para los padres de un niño asmático, como tener que salir a las tres de la mañana al hospital o recibir una llamada desesperada del colegio porque el pequeño se asfixia, no tienen por qué producirse si el niño está controlado. Este es el proceso crónico afecta más frecuente en la infancia y afecta al 10% de los españoles menores de 14 años.