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Reportaje:

La economía alemana registra una mejora de los indicadores en vísperas de las elecciones legislativas

Pilar Bonet

Los indicadores económicos están mejorando en Alemania, y el canciller federal, Helmut Kohl, habla ya de un "auge de tal claridad que no puede ser ignorado por nadie". El producto interior bruto (PIB) ha crecido un 3,8% -el "mayor desde la reunificación"- en el primer trimestre de 1998 en relación al mismo periodo de 1997, y el paro, con un 10,9% en mayo, se sitúa por debajo del 11% por primera vez desde 1996. En el capítulo del desempleo, que es el tema clave para las elecciones del 27 de septiembre, se apunta además un cambio en la tendencia al alza existente desde el verano de 1995.

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En plena campaña electoral, es difícil saber qué parte de esta bonanza -que incluye también un incremento del 13,4% en las exportaciones durante el primer trimestre- es atribuible a una recuperación duradera y qué parte responde a los efectos de las medidas de urgencia que el Gobierno del canciller Kohl ha tomado con carácter temporal.En las últimas cifras de paro se reflejan las subvenciones al llamado segundo mercado, constituido por puestos de trabajo financiados con fondos públicos, y también el incremento de los programas de formación profesional. Hace cuatro meses, el Gobierno comenzó a ampliar las subvenciones para la creación de empleo en el Este, que antes había recortado.

Problemas en el Este

Pese a la mejora de mayo, la destrucción de puestos de trabajo no se ha frenado, sino que continúa. Los 33,55 millones de personas que constituían la población activa en mayo eran 210.000 menos que un año antes. De los 4.197.300 parados existentes en Alemania ese mes, 1.372.000 (60.500 más que un año antes) estaban en la ex República Democrática Alemana.Las tasas de paro en el Este siguen duplicando las de la zona occidental y, en su conjunto, fueron de un 18,1% en mayo, llegando a alcanzar el 20,3% y el 19,3% en los länder de Sajonia-Anhalt y Mecklenburg-Vorpommer. El ministro de Trabajo, Günter Rexrodt, ha advertido que los problemas del Este no se solucionan con trabajo subvencionado. Éste, de momento, tiene un efecto positivo sobre las estadísticas, y el Gobierno está preparando además una "campaña de optimismo" para la zona.

El Gobierno sostiene con éxito los criterios requeridos para el ingreso en el euro. La tasa de inflación anual pasó del 1,4% en abril al 1,3% en mayo, a pesar del incremento del IVA en abril. La cifra global, sin embargo, oculta las diferencias regionales. En el Este, la inflación aumentó del 1,6% en abril al 1,7% en mayo.

Además del aumento de las exportaciones, el consumo privado ha crecido en un 1,7% durante el primer trimestre en relación al mismo periodo de 1997, lo que contrasta con el estancamiento del año pasado, y el Gobierno pronostica que el crecimiento anual estará más próximo a un 3% que al 2,5% previsto.

Las incursiones internacionales del capital alemán, como la compra de Random Haus por Bertelsmann y de Rolls-Royce por Volkswagen, indican que el empresariado goza de buena salud. Sin embargo, aunque la industria incrementó sus ganancias en más de un 20% en 1997, especialmente en sectores como el automóvil y la química, esto se refleja poco en los puestos de trabajo en el interior del país, ya que los sectores más competitivos son también los más racionalizados. Tanto al Gobierno federal vertebrado por la Unión Demócrata-Cristiana como al Partido Social-Demócrata (SPD), la principal fuerza de oposición, les preocupa la pérdida de competitividad de Alemania como destino de inversiones directas. En 1997, la inversión extranjera directa fue de 4.200 millones de marcos.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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