Dos visiones de una realidad
El canciller federal, Helmut Kohl, y su rival político, el candidato socialdemócrata, Gerhard Schröder, ofrecieron la semana pasada sus visiones para el desarrollo de la economía alemana en dos selectos foros: el congreso anual de la Asociación Federal de la Industria Alemana (AFIA), que se celebró en Bonn, y el congreso de los sindicatos, en Düsseldorf. La AFIA es una de las patronales que apoyan a Kohl, mientras los sindicatos apoyan claramente al SPD. Si gana las elecciones, Schröder nombrará a Walter Riester, de la dirección del sindicato del metal, ministro de Trabajo.
Kohl fue recibido con frialdad por los sindicatos, ante los que reaparecía desde que fracasó la Alianza por el Trabajo (una negociación de sindicatos, empresarios y partidos políticos para abordar el paro), hace dos años.
El canciller dejó abierta la puerta del diálogo en el futuro y exhibió los últimos datos económicos como una muestra de los logros de su política. Entre Kohl y Schröder hubo diferencias de fondo y de forma (Schröder, por ejemplo, quiere anular algunos de los recortes sociales introducidos por Kohl), pero ninguno cuestionó el modelo de consenso del capitalismo renano.
Ese modelo de consenso es percibido como un freno para el futuro por los sectores liberales que representa Hans-Olaf Henkel,presidente de la AFIA, quien se pronunció por el desarrollo de la economía de acuerdo con el modelo holandés. Henkel propugna renuncias en los incrementos salariales, recortes sociales y negociaciones directas en las empresas como se está imponiendo en el este de Alemania, y no a escala de rama sindical como es habitual en la RFA.
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