Un serio patinazo
En su primer, estimulante filme, Costa Brava, Marta Balletbó-Coll proponía una comedia en la que la relación amorosa entre dos chicas (la propia directora y Desi del Valle; en esta película repiten ambas) era vista con pudor, sentido elíptico y ternura que presagiaban una mirada femenina atenta y estimulante en el casi desierto panorama del cine catalán de estos días.Su segundo filme echa por tierra (ojalá que provisionalmente) todas las expectativas despertadas por su ópera prima: lo que allí era contención y rigor en la puesta en escena, sólo eclipsado a veces por el histrionismo de la propia Balletbó, aquí se convierte en brochazo grueso, puesta en escena una por amateur, falta de guión, facilidades impropias de una cineasta que pretenda ser tomada en serio.
¡Cariño, he enviado los hombres a la Luna!
De Marta Balletbó-Coll. Inérpretes: Cookie Rufino, Claudia Carassó, Montserrat Gausachs, Desi del Valle. España, 1998. Estreno en Madrid: cine Ideal.
Desconcierto
Dejemos para otro día el recado ideológico que la película de Balletbó persigue: con decir que es tan pueril como tonto hay bastante. Pero lo que conviene no silenciar es que ni el recuerdo de su primera película ni la supuestamente graciosa campaña de promoción con que Balletbó ha intentado vender la película bastan para paliar el desconcierto en que el filme sume al respetable.Si hacer reír consiste en hilvanar un grupo de secuencias sin gracia; si la dirección de actores es que cualquiera haga lo que le venga en gana; que el montaje sea sólo empalmar un plano con otro, pues entonces, ¡Cariño, he enviado los hombres a la Luna! es una comedia.
Pero me temo que la operación se queda sólo en un riguroso, desgraciado tropezón que Balletbó tendrá que remediar en el futuro, so pena de perder de un plumazo todo el crédito ganado con su primera película.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.