_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Tiritas en los Balcanes

La OTAN ha hecho un esfuerzo sin precedentes para organizar las maniobras, aéreas en un principio, que comenzarán mañana en los países del sur de Kosovo. Tan evidente es ahora que todo retraso sólo puede incrementar la catástrofe humanitaria y política en la región, que esta vez no han podido imponerse quienes siempre piden un tiempo que sólo sirve a Slobodan Milosevic. Pero los apaciguadores del líder serbio, sus colaboradores conscientes o involuntarios, no se darán por vencidos.Ya se oyen voces que demandan que las fuerzas terrestres de la OTAN en Albania y Macedonia se dediquen ante todo a impermeabilizar la frontera. Es improbable que pidan que se haga a costa de impedir el paso a los miles de refugiados que huyen de la nueva, pero no inesperada, limpieza étnica organizada por Belgrado. Pero seguro que querrán que las tropas de la OTAN se concentren en impedir la llegada de armas y el movimiento de tropas del Ejército de Liberación de Kosovo. Es decir, como en Bosnia con el infausto embargo de armas, pretenderán que la intervención internacional se centre en estrangular la autodefensa de la víctima.

Más información
Chirac asegura que Francia está dispuesta a usar "todos los medios de presión" en Kosovo

Tiempo ha tenido la comunidad internacional para exigir la reinstauración de la autonomía que Milosevic arrebató a Kosovo hace 10 años. Durante esa década, los albaneses han soportado lo indecible con una política de no violencia bajo el liderazgo de Ibrahim Rugova. Ahora que se ha desmoronado el status quo hay quienes quieren restaurarlo con una autonomía. Demasiado tarde. Ya no hay albaneses en Kosovo que conciban una autonomía en un Estado bajo Milosevic.

El cambio de fronteras es peligrosísimo. Cierto. La unificación de Kosovo con Albania supondría un golpe mortal a la integridad de Macedonia. Pero quien quiera que el conflicto se resuelva sin una gran guerra, y posiblemente sin una gran Albania, debiera tener claro que el fin último de la intervención que ahora comienza debe ser el derrocamiento de Milosevic. Todo lo demás es usar tiritas para cortar una hemorragia en la femoral de los Balcanes.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_