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Tribuna
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Otra pedorreta

Sí. Otra pedorreta: La de Camilo José Cela quien, concluidos los actos de celebración en conmemoración del nacimiento de Federico García Lorca, nos dice que si le hacen algún homenaje, una vez la palme, le gustaría que fuese más sólido que el de Federico, y al que no asistieran gays, y que "en todo caso se limita a no tomar por el culo". Olé la gracia, Camilo. Nos tenías acostumbrados a las expulsiones de aire por cualquiera de tus aberturas al exterior, lo que ya no tenía tan claro es que también emplearas el tiempo y el aire en burlarte de quienes no tienen las mismas inclinaciones sexuales que tú proclamas a cuatro, cinco y seis vientos, dependiendo del día, de la hora y de la comida. Mayor y peor signo de intolerancia y de incontinencia en estos tiempos es difícil de encontrar, pero también lo has conseguido. Así, no has parado de explosionar cuando añades, en referencia a Federico y a su asesinato, "pobre Federico". Si algo tuvo y tiene García Lorca es que nunca fue pobre. Ha sido y es el andaluz por excelencia, sin ser designado en su vida y sin faltar a la verdad ni para la iglesia. Su grandeza, universal, no la marca la muerte, sino su vida y su integridad. Una vida y una obra dedicada por entero a la libertad de todos, por lo que los actos en conmemoración de su nacimiento han sido manifestación de alegría, gratitud y generosidad hacia quien fue asesinado por amar y quere la libertad, sin diferencias y sin matices de clase o culo alguno. Tal vez hubiera sido mejor que hubieras dicho "pobre Cela". Pobre y viejo Cela, que transforma o pretende transformar el aire que se le escapa en una gracia que sólo ríe el del pedo y algunos consienten, vaya a saber por qué. Pobre y viejo Cela, no el mar, que, aunque viejo, tanto como la vida, es grande e inmenso, como Federico en su pensamiento, en su obra y en su muerte, sin más aires que el de la libertad y el respeto a la dignidad de las personas. Gracias Federico por nacer y por vivir, lo de Camilo es una pedorreta más.

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